Qué son 70 años. Nada en cuanto a lo intenso que viven su amor el histórico ginecólogo Carlos Suero Mayoral y su esposa y permanente compañera en consulta, María del Carmen Díez Oviedo. El primero ya ha cumplido 97 años y ella está justo al filo de los 89. Y acaban de celebrar sus Bodas de Titanio junto a la playa de La Malagueta, en el restaurante Antonio Martín, «como lo soñamos». El secreto para alcanzar unidos estas siete décadas lo señalan al unísono: «Nosotros nos queremos lo mismo que el primer día».

Bastante lejos queda en el tiempo aquel 2 de octubre de 1949. Fue un día agridulce, como reconocen porque María del Carmen acababa de perder a su abuela y tuvo, como era la costumbre, que vestir de negro. Se habían conocido junto a Los Baños del Carmen apenas dos años antes. Ella tenía entonces 16 y Carlos, ocho más. Él lucía el traje propio de la milicia militar y fue él el primero en fijarse en su futura esposa. «Las niñas estábamos en un ladito en la playa y ellos en otro. Carlos entró por una puerta y ahí fue cuando se produjo el flechazo. Aunque se produjo sobre por parte de Carlos. Se supone que vio una muñequita. No podía quitar la vista de mí», relata esta octogenaria criada en el barrio malagueño de Capuchinos.

De aquel encuentro han nacido ya hasta 15 nietos y 22 biznietos. Y todo ello sin contar que entre los primeros años setenta y finales de los noventa tuvieron la suerte de «vida a media ciudad», a través del trabajo en la sanidad pública de Carlos y la labor que este matrimonio ejerció en la consulta privada que abrieron junto al Hotel Málaga Palacio (hoy AC Málaga).

Pero antes de todo eso hubo un periodo de más de dos décadas en América. Sólo un año después de la boda, la pareja embarcó hacia Venezuela, desde donde se había hecho un llamamiento a jóvenes médicos españoles. Allí nacieron cinco hijos. La mayor, María del Carmen, reside en Inglaterra; Elisa, la segunda, en Benahavís; Rosa Virginia y el siguiente hijo, Carlos, están en Florida; y la pequeña, Anabel, vive en Mallorca. «Aunque es cierto que tenemos distancia entre todos, siempre hemos sido una familia muy unida», confiesa Elisa.

De hecho, hace dos décadas todos juntos ya celebraron las Bodas de Oro de los padres en la iglesia de El Limonar. Por entonces ya recordaron juntos muchas de las anécdotas vividas a lo largo de medio siglo juntos. Por ejemplo, cómo Carlos llegó a ser profesor en la Universidad de Caracas y, por ser pionero en el tratamiento del cáncer de mama, volvió a Málaga para escribir «artículos semanales en los diarios de mayor tirada».

«Al ser doctor en Medicina y Cirugía, además de especialista en Ginecología y Obstetricia, miles y miles de personas nos paran por la calle», argumentan. María del Carmen subraya además una anécdota: «En todos estos años había muchísimas mujeres que detenían a Carlos y me pedían permiso para poder darle un beso. El cariño es enorme».

Ahora él acumula ya 24 años de jubilado: «Estuve hasta los 74 operando y luego doné todo el material de mi consulta a Médicos sin Fronteras», agrega este gran ginecólogo.