La Encuesta de Población Activa (EPA) arrojó este miércoles un jarro de agua fría para el mercado laboral de Málaga y acrecienta el debate sobre los síntomas de desaceleración económica que empiezan a vislumbrarse a nivel general, en línea con una coyuntura internacional de enorme incertidumbre. Las cifras de desempleo en la provincia han subido en el tercer trimestre de 2019 (de julio a septiembre), que normalmente siempre es muy positivo para el empleo por la influencia de la campaña turística veraniega. Según los datos de la EPA publicados el miércoles, la provincia registra actualmente 143.600 parados, con una subida de 7.900 sobre el segundo trimestre (marzo-junio). Es la primera vez que se registra una subida en este trimestre en Málaga desde 2011.

Las cifras de paro también aumentan en relación a hace un año, con un incremento de 3.500 desempleados respecto al tercer trimestre de 2018. Con este incremento se rompe una tendencia interanual de bajada del desempleo que se había iniciado a partir de finales de 2013, justo tras el momento más duro de la crisis.

La tasa de paro en la provincia de Málaga se sitúa ahora en el 18,09%, casi un punto más que en el pasado trimestre (17,27%) y unas décimas por encima de hace un año (17,88%). La tasa malagueña está tres puntos y medio por debajo de la andaluza (21,83%) y es la más baja de las ocho provincias. En cambio, sí está algo más de cuatro puntos por encima de la nacional (13,92%).

Málaga es, por otro lado, la quinta provincia de España con mayor número de desempleados después de Madrid (354.100), Barcelona (323.00), Sevilla (201.100) y Valencia (181.300).

En los datos de la EPA también influye el aumento la población activa, que siempre dificulta que el paro baje debido a que son más las personas en edad y disposición de trabajar. En Málaga, el número de activos es ahora de 794.300 personas, con un aumento de 8.700 en relación al segundo trimestre. En relación a hace un año, el incremento es de 10.800 personas. La población activa supera ya las cifras de 2007, antes de la crisis.

Respecto a la actividad, la Encuesta de Población activa refleja un total de 650.600 ocupados en Málaga, lo que representa un aumento de únicamente 700 personas en este último trimestre. En relación a hace un año, la provincia ha ganado 7.100. Pese a lo escaso del avance, los datos de ocupados son los mejores de siempre.

Malestar sindical

Los datos de la EPA fueron valorados muy negativamente por los sindicatos. El secretario de Empleo y Formación de UGT Málaga, Francisco Villodres, indicó que el año anterior, la provincia presentaba una bajada de 19.700 parados en tasa interanual, una tendencia que este año no ha tenido continuidad. «Este es el penúltimo dato de paro que vamos a conocer antes de que los ciudadanos tengamos que volver a ir a las urnas», lamentó UGT, que culpó a los responsables políticos de haber sido « incapaces de llegar a acuerdos de gobernabilidad» y de haber provocado una «irreparable pérdida de tiempo» en resolver «problemas reales de la ciudadanía como paro y la pobreza».

Por su parte, la secretaria de Empleo de CCOO Málaga, Patricia Laguna, apuntó que los datos de la nueva oleada de la EPA «no son favorables», y que se ceban en especial con la población femenina, que sufre una tasa de paro de casi el 21% frente al 15,52% de los hombres. Laguna afirmó que el crecimiento del empleo en el tercer trimestre ha sido «insignificante» y recordó que la economía de Málaga va a crecer este año a unas tasas bastante favorables (un 2,6% según las últimas previsiones), lo que debería traducirse en mayor creación de puestos de trabajo.

En la parte empresarial, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) reconoció que los datos del tercer trimestre sorprenden «negativamente» y confirman la desaceleración y «pérdida de impulso del mercado laboral». Para la patronal, es necesario aplicar medidas para «estimular la actividad económica y dotar de un marco jurídico flexible, que haga posible incrementar la competitividad de las empresas y su capacidad de adaptación». La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) añadió que se deben consolidar «estrategias orientadas a combatir la temporalidad e impulsar el desarrollo del tejido productivo malagueño».

España pierde fuelle

En España, el número de ocupados aumentó en 69.400 personas durante el tercer trimestre del año hasta los 19.874.300 trabajadores, en la peor evolución para este trimestre de los últimos seis años, desde 2013.

En lo referente al paro, el número de desempleados disminuyó en 16.200 personas en el tercer trimestre, en lo que supone la peor cifra para este periodo desde 2012, cuando aumentó. Este descenso sitúa el número de parados en 3.214.400, lo que reduce la tasa de paro en una décima hasta el 13,92%, por debajo del 14% por primera vez en diez años.

En el último año, el mercado laboral ha sumado 346.300 personas, un alza del 1,7%, lo que eleva el total de ocupados por encima de los 19,8 millones. También en evolución anual, el paro cae un 3,3%, con 111.600 desempleados menos.

A nivel andaluz, el paro aumentó en 30.300 personas respecto al trimestre anterior hasta sumar 865.800 personas, en niveles similares a 2008, cuando se inició la crisis. En términos anuales, el paro bajó en Andalucía en 32.400 personas, un 3,61%. Además, se destruyeron en la comunidad andaluza 35.000 empleos en el tercer trimestre, un 1,1%, con lo que el número de ocupados se situó en 3.100.900, mientras que en un año la ocupación aumentó en 68.100 personas, un 2,25%.