Médico de profesión y con raíces familiares en el Valle de Arán, Gerardo Hernández Les ha estado ligado al PSOE, a UPyD (fue uno de sus fundadores) y a Ciudadanos. Experto en gestión sanitaria y en servicios sociales, siempre ha sentido vocación por la política, aunque ha terminado chocando con los partidos, pues considera que son poco amigos de la heterodoxia y la crítica. Desde su nacimiento el año pasado preside la Sociedad Civil Malagueña (SCM).

¿Qué balance hace de la manifestación que convocaron el domingo pasado y a la que asistieron unas 2.200 personas?

Creo que nos hicimos visibles y eso es complicado, primero por la indiferencia de la sociedad con los problemas políticos, que son muy graves y porque desde nuestra fundación no hemos tenido mucho eco mediático. Llevar dos mil y pico personas es un éxito. Estamos muy satisfechos, aunque yo no tanto porque soy muy exigente: queríamos que reuniera a los ciudadanos y a los partidos y no acudieron todos.

El PSC participó en la manifestación de Barcelona pero el PSOE no acudió a la de Málaga. ¿Se lo explica?

No es comprensible. Nosotros hablamos con todos los partidos y los que tienen que decir por qué no asistieron son ellos. Yo puedo hacer interpretaciones equivocadas o no: creo que hay cálculo electoral y además este partido no admite sumarse a iniciativas que no sean propias o que no controle.

Sabemos la postura de SCM con el nacionalismo catalán pero ¿qué piensa del nacionalismo español?

Soy contrario a todos los nacionalismos. Me considero un patriota español pero no soy nacionalista. Enfrentar un nacionalismo con otro con una bandera excluyente me parece un error. La Historia de España nos demuestra además que la guerra de banderas siempre ha sido un error y lo estamos pagando. Es una de las razones por las que no hemos podido consolidar una tradición democrática.

¿Cuál cree que es la solución política para Cataluña?

Tenemos que empezar por hacer cumplir la ley y a partir ahí hay que dialogar y ese diálogo llegará donde tenga que llegar. Lo que no es posible es establecer un diálogo si tienes un movimiento insurreccional que está incendiando Barcelona. Pero para llegar ahí, antes es capital el constituir un gobierno fuerte -que no de fuerza- en Madrid, que una a todos los partidos constitucionalistas. Y creo que es necesario hacer un nuevo consenso sobre España y un nuevo pacto de Estado con las fuerzas constitucionalistas, que hoy están completamente difuminadas.

¿Pero ve posible algún día un pacto PP-PSOE?

La UE se sostiene en dos patas, la de los liberal-conservadores y la de los socialdemócratas y cuando las cosas les van mal gobiernan juntos. El de España es el único bipartidismo que no pacta en Europa. Creo que es inexcusable y tras las elecciones, probablemente no les quede más remedio al PP y al PSOE que pactar para llegar a algún tipo de acuerdo.

SCM reclama la reforma electoral. ¿Por qué?

Tenemos una ley electoral que es absolutamente distorsionante. Un partido como PACMA, con 326.0000 votos, tiene cero diputados, y un partido como Bildu, con 250.000 votos, puede tener cuatro. Nosotros lo que proponemos es cambiar las reglas de juego y renovar la clase política poniendo coto a la hegemonía excesiva de los partidos sobre la sociedad civil y al control de las listas electorales. Por eso abogamos por un sistema electoral como el francés (eligen en distritos uninominales un solo candidato, como en Inglaterra, pero con segunda vuelta) o como el sistema mixto alemán (una mitad los eliges por distritos uninominales y la otra por listas abiertas de partido).

¿Qué piensa de que la política española sea cada vez más un medio de vida y no una dedicación temporal?

Qué voy a pensar yo, que tengo una gran vocación política y he estado cinco veces excedente de mi profesión para estar en la gestión política y volví a mi profesión porque no podía soportar la atmósfera que se vive dentro de los partidos. El cáncer de la política española es que alguien, a lo mejor con una edad temprana, habiendo estudiado o no, y muchas veces sin experiencia laboral alguna, entra en política y saltando de cargo en cargo llega hasta la jubilación. La profesionalización de la política en España es el cáncer de la política.

¿Debe continuar el cupo de las comunidades forales?

Me parece una situación anacrónica y profundamente injusta. En el País Vasco los servicios sociales y sanitarios son magníficos porque gracias al sistema de concierto y cupo se pueden permitir el lujo de tener por habitante un gasto que triplica el de muchas comunidades autónomas.

¿Ha sido un éxito la Constitución del 78?

Sí, pero los padres de la Constitución fueron incapaces de prever las consecuencias de un modelo con 17 comunidades autónomas y 17 parlamentos. Pero sobre todo, no previeron que la clase política de los territorios históricos pudiera ser desleal con la Constitución.