¿Habrá un parque o bosque urbano en los 177.000 metros cuadrados que ocupaban las instalaciones de Repsol en la Cruz de Humilladero o, por el contrario, como insiste el equipo de gobierno se hará una zona verde en 100.000 metros cuadrados, además de cuatro torres, 400 VPO, y zonas comerciales (incluso se habla de un hotel) que, además, tiren de esta zona urbana para convertirla en un parque tecnológico vertical? Parece que la hora de los terrenos de Repsol ha llegado y, de una forma u otra, su configuración definitiva, entre los dos distritos urbanos más poblados de la ciudad, está a punto de concretarse, aunque en esto, como en todo, la polémica es eterna y la discusión sobre el proyecto se ha eternizado, el pasado mandato debido a la inestabilidad del Ejecutivo local, apoyado el PP por un pacto de investidura con Ciudadanos. Por eso, al inicio de este nuevo mandato, ya con el gobierno de coalición, el equipo de gobierno ha puesto la directa.

Claro está, en todo esto también hay que tener en cuenta las reivindicaciones de la plataforma Bosque Urbano, que cree que los terrenos aún siguen contaminados por la presencia de hidrocarburos y quiere dedicar toda la pastilla de terreno a eso, un bosque urbano, que mejore la calidad de vida de la zona. Adelante Málaga y el PSOE se han situado al lado de este colectivo civil. Los primeros, además, piensan que sería interesante, como ya han solicitado, por ejemplo, para el solar del Astoria, hacer una consulta popular sobre el futuro de esta pastilla; los socialistas, con Daniel Pérez a la cabeza, hablan de que la capital necesita contar con un 'Central Park' al estilo de Nueva York. Estos también apoyan una consulta popular.

El caso es que en el último Pleno, el PP y Cs rechazaron la idea de dedicar toda la parcela a un bosque urbano y realizar esa consulta ciudadana y tanto Noelia Losada, portavoz de la formación naranja, como Raúl López, edil de Ordenación del Territorio, mostraron su intención de que haya una gran zona verde, pero también varias torres (una según Cs, cuatro según el PP) dedicadas, exclusivamente, a oficinas, dada la imperiosa necesidad que tiene la ciudad de tener listos algunos edificios y parcelas para que las empresas que quieran instalarse en Málaga puedan hacerlo a la mayor brevedad posible, porque ahora que la ciudad suena es necesario ofrecer facilidades a los inversores del país. La misma necesidad, por cierto, existe en cuanto a la logística, un ramo cuyas empresas requieren de gran cantidad de metros cuadrados.

Lo que queda claro, sin tomar partido por unos u otros, es que ha llegado la hora de los terrenos de Repsol y comprobar si las reflexiones que llevan años sobre la mesa han conducido a alguna conclusión razonable para los intereses de los ciudadanos de esa zona de la ciudad.

Recordamos los diferentes bandazos que ha dado el equipo de gobierno en años anteriores, porque Cs acordó con el anterior gabinete de De la Torre reducir el número de torres de cuatro a una y hacer un parque de 130.000 metros cuadrados. Ahora, según parece, el parque va para adelante, pero con 100.000 metros cuadrados, y el equipo de gobierno se ha empeñado en concretarlo, al menos dentro de los límites temporales de este mandato.

En la rueda de prensa previa al Pleno, el alcalde, que gusta de comparecer junto a su portavoz, Elisa Pérez de Siles, fue contundente en su respuesta: hay que descartar viviendas privadas en la zona y las cuatro torres previstas albergarán oficinas. Además, habrá 400 VPO y 100.000 metros cuadrados de parque. Los terrenos, dijo el regidor malagueño, son del Ayuntamiento y de la SAREB, el banco malo, y lo primero que se va a hacer es el parque, preferiblemente en 2020, aunque podría retrasarse a 2021.

También lo explicó López en el Pleno de noviembre: «Se va a construir un gran parque de 100.000 metros cuadrados, que dará aliento a las zonas verdes de los distritos seis y siete», los más poblados de la capital. Hacer el parque en toda la parcela, por otro lado, significaría un coste para la ciudad de 94,7 millones de euros, según se había calculado en 2005, una suma que se vería incrementada si se actualizaran esos costes. Y luego está el problema de los aprovechamientos urbanísticos, que no podrían trasladarse a otra zona, dijo, por lo que hay que ejecutarlos, sí o sí, allí.

«Es importante resaltar que ello generará una actividad económica de 300 millones de euros, más de 3.000 puestos de trabajo directos: un gran parte, una red potente de oficinas y 400 y pico VPO», reseñó el concejal, pero Paqui Macías, de Adelante Málaga, insistió en la idea de que todo eso se puede hacer en otros sitios de la ciudad y que el bosque urbano es una cuestión muy necesaria para estos distritos, mejorando, de paso, la calidad del aire que se respira en una de las partes más masificadas y habitadas de la ciudad.

El equipo de gobierno, por tanto, sigue adelante con la idea de reconfigurar urbanísticamente la zona y dotarla de un parque de proporciones importantes, pero también apoya que, como ya avanzó en una entrevista a este periódico el alcalde el 24 de septiembre de 2017, las torres se conviertan en un parque tecnológico vertical. «Esta ciudad necesita pronto buenos, hermosos, brillantes edificios, puestos sobre la mesa para captar inversiones de la sociedad del conocimiento como ocurre con Barcelona o cualquier ciudad europea. Competimos en ese ranking», dijo De la Torre. «Hay que explicarle bien a la gente del entorno lo que va a suponer ese cambio esencial, ese parque tecnológico vertical, dinamizando Carretera de Cádiz, el Camino de San Rafael y Cruz de Humilladero», añadió.

La 'Manzana Verde'

Cabe recordar, también, que en la zona del Camino de San Rafael se ha previsto la 'Manzana Verde'. Así, se ha adjudicado hace unos días la redacción de los proyectos de cinco edificios y su urbanización, dentro del denominado ecobarrio. Concretamente, estos cinco edificios conforman la primera fase de la iniciativa, donde se prevé la construcción

Ello, sumado a la finalización del Parque de la Memoria, sobre el antiguo cementerio de San Rafael, supondrá una importante revalorización de la zona.

El equipo de gobierno ha filtrado los últimos análisis efectuados sobre el terreno, que arrojan que ya no hay contaminación, más allá de unos restos, aunque Adelante Málaga, que ha preguntado en varias ocasiones por este asunto, no está tan de acuerdo con las precisiones técnicas de estos informes encargados por el Ayuntamiento.

Sea como fuere, ha llegado la hora de esta enorme zona, uno de los corazones de Málaga, tras años de reflexión, titubeos y confrontación. Parece que el equipo de gobierno ha puesto la directa, ya con el apoyo cerrado de Ciudadanos y Losada al futuro parque acompañado de otros equipamientos dirigidos al orbe empresarial. Y está por ver qué hacen la oposición y los colectivos ciudadanos que insisten en destinar la enorme parcela únicamente a zona verde. Los comentarios en las redes se centran estos días en las luces de Navidad y en los terrenos de Repsol, a los que, como insistimos, les ha llegado la hora.

No se trata de un simple tema de agenda política, sino de uno de los pilares del equipo de gobierno en relación a su acción gestora sobre los distritos, por eso harían bien en hilar fino e involucrar a la gente en este objetivo, aunque las alternativas para la zona son ilusionantes, sin duda.