Juan Cassá, exportavoz del grupo municipal de Cs el pasado mandato y hasta ayer portavoz del equipo de gobierno en la Diputación, tiene desde el lunes la llave de la gobernabilidad de la capital. Ya la tenía, pero ayer las agitó para espanto del equipo de gobierno, conformado hasta ayer por 14 ediles del PP y dos de Cs en virtud de un pacto de coalición. Cassá anunció en los perfiles que tiene en Twitter y Facebook que deja Cs y que pasa a ser edil no adscrito. Es decir, la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Málaga está en dieciséis ediles y el equipo de gobierno se queda ahora con 15, los mismos que suman los grupos de la oposición: 12 del PSOE y tres de Adelante. Cassá podrá inclinar la balanza de uno u otro lado según su criterio y pone, literalmente, en solfa toda la acción de gobierno del alcalde, Francisco de la Torre, quien actualmente se recupera de su lesión cerebral y que ayer cumplió dos décadas al frente de la ciudad.

La noticia, adelantada por este periódico en su edición digital poco después de las diez de la mañana, vino de un tuit de Cassá en Twitter que remitía a una entrada de Facebook y en la que informaba de que dejaba Cs y que solicitaría su inclusión en el grupo no adscrito del Ayuntamiento y de la Diputación, instituciones en las que afirma que seguirá trabajando por esta tierra. «Deseo comunicaros que he tramitado mi baja como afiliado de Ciudadanos y que dejo el partido. Lo hago orgulloso de haber sido uno de los primeros afiliados de la formación en Andalucía, hace siete años, y después de haber contribuido a su expansión en la comunidad y en la provincia de Málaga», dijo.

Cs, agregó, «comienza una nueva etapa después de su V Asamblea General, celebrada este fin de semana, y considero que ha terminado un ciclo para mí. Ya no siguen liderando el partido las mismas personas con las que empecé, ni los planteamientos y principios son los mismos que yo compartía plenamente y que me llevaron a participar con gran ilusión en el proyecto».

«Quiero anunciaros que voy a solicitar mi inclusión en el grupo no adscrito y que seguiré trabajando por nuestra tierra en el Ayuntamiento de Málaga y en la Diputación. Creo firmemente en el potencial de Málaga y pondré todo de mi parte para defender sus intereses y los de la ciudadanía», declaró. Nunca una carta había generado tanta inquietud, como reconoció ayer algún miembro del equipo de gobierno. La explicación parece hallarse en que el asturiano afincado en Málaga desde hace años se quedó fuera del Consejo General de Cs tras su asamblea telemática del pasado fin de semana, un evento en el que se ungió a Inés Arrimadas como jefa absoluta de los naranjas. Y, si se busca antes, cabe recordar que Cassá ya fulminó el acuerdo de investidura con el PP del pasado mandato después de que Francisco Pomares, entonces edil de Urbanismo, no dimitiera tras su imputación judicial, hoy resuelta ya en su favor sin mácula ni reproche penal alguno, por el caso de Villas del Arenal.

Desde entonces, Cassá ha guardado un silencio sepulcral en cuanto a lo que compete al Consistorio y se ha volcado en su papel como portavoz de Cs en la Diputación, institución en la que, por cierto, no hay problema alguno pues el PP y Cs siguen manteniendo la mayoría absoluta.

El teniente de alcalde de Economía y Hacienda, Carlos Conde, en rueda de prensa, tuvo que dar la cara y trató de ser cauto para no anticipar valoración alguna, pero sí destacó «su sorpresa» por una decisión que conoció a través de un tuit 15 minutos antes de su comparecencia por videoconferencia ante los medios. Lo que sí recordó es que el PP tiene un pacto de gobierno con Cs, y que ya llegaron a acuerdos con la formación naranja el pasado mandato, y eso sigue en pie.

Conde dijo que «el tema es que en la legislatura pasada, hicimos acuerdos que llevamos a efecto en el pleno con el voto de distintos concejales, recuerdo al entonces edil no adscrito, Juanjo Espinosa, votando a favor de propuestas del PP. Tenemos capacidad de diálogo en cuestiones a plantear, tanto con el PP y Cs, como con otras formaciones políticas. Habrá que estar al planteamiento que el señor Cassá haga en su esfera personal y en su esfera de desarrollo a nivel político. Estaremos a la espera de cuáles serán los pasos que se vayan dando». Sobre una hipotética moción de censura, destacó, será Cassá el que deba responder.

Cs, por su parte, emitió un comunicado en el que exige a Cassá que entregue su acta por «coherencia personal y respeto a los principios éticos del partido. En cumplimiento de lo establecido en el artículo 10.3 de los Estatutos de Cs y del compromiso asumido en la Carta Ética y Financiera que firmó Cassá cuando fue designado candidato, se recoge el compromiso a dejar el acta de concejal si causa baja en el partido por cualquier motivo».

Así lo manifestó a La Opinión de Málaga la portavoz y ahora única edil de Cs en Málaga, Noelia Losada: «Espero que la decisión de Cassá no esconda una moción de censura; que ningún partido esté pensando en eso en estos momentos porque sería totalmente rechazable». Losada no ocultó su sorpresa por la decisión de Cassá: «Me he enterado por la prensa». Y contactó con Elisa Pérez de Siles y Manuel Jiménez para reiterarles su compromiso de pacto de gobierno con el PP. «No llamé al alcalde, Francisco de la Torre, porque sé que me cogería el teléfono y ahora debe recuperarse después de la intervención quirúrgica», añadió Losada.

Eduardo Zorrilla, portavoz de Adelante aseguró respetar profundamente la decisión personal de Cassá, aunque políticamente «es un síntoma más de la deriva de Cs en Málaga, que se ha asimilado al PP, y que carece de perfil propio». «El PP pierde la mayoría absoluta», dijo, y espera que De la Torre busque «amplios consensos con la oposición». «No es el momento de hablar de una moción de censura-. Pero -advirtió- si el PP sigue dando la espalda a la mitad del electorado en Málaga, no descartamos una moción de aquí a que termine el mandato».

Por su parte, el PSOE se limitó a afirmar en un comunicado que «no valora ahora cuestiones que tengan que ver con el funcionamiento interno de otros grupos municipales», y que está centrado «exclusivamente» en todo lo relacionado con el coronavirus.