Con muchos años de investigación a sus espaldas en el campo de las alergias, María José Torres Jaén es la jefa del Servicio de Alergología del Hospital Regional de Málaga. Científica reconocida, su nombre aparece con asiduidad en las listas de profesionales más prestigiosas y reputadas en su especialidad. Docente en la Universidad malagueña, pertenece a la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Málaga, es coordinadora de la Red Nacional de Alergias, dependiente del Instituto de Salud Carlos III y está inmersa en varios proyectos europeos de investigación de las alergias.

Torres Jaén hace hincapié en que en estos día, los alérgicos van a pasar de una situación controlada en el confinamiento, alejados de cualquier enemigo exterior, a enfrentarse a una primavera «complicada» por las lluvias caídas que harán aumentar los niveles de polen.

¿Hacia dónde se dirige la nueva normalidad de los alérgicos?

La nueva normalidad va a sercomplicada. El estudio de los pacientes alérgicos ha cambiado por la incidencia del Covid-19. Estábamos habituados a tratar a los pacientes de una manera y ahora no se va a poder hacer. Trabajaremos con menos pacientes. Ahora muchas pruebas están restringidas. Respecto al día a día, el enfermo polínico va a tener una primavera complicada, porque está lloviendo y el campo va a florecer mucho. Hay una pequeña ventaja, la contaminación ha disminuido y eso favorece, al igual que llevar mascarilla, ya que va a ser más difícil la inhalación de polen. El confinamiento ha ayudado también.

¿Cómo es el perfil más recurrente, el perfil tipo del enfermo alérgico en Málaga?

En Málaga hay mucha alergia a los ácaros del polvo porque el ácaro prolifera en climas con una alta humedad relativa y con temperatura templada, es decir, el clima típico de Málaga. Cuando llueve mucho, como en estas últimas semanas, el ácaro crece más. Si encima estamos confinados, peor. Si hablamos de pólenes, tenemos un alto índice de alergia al ciprés, que suele aparecer en enero y febrero; al polen del olivo, a finales de mayo, y al polen de la gramínea.

En plena pandemia del coronavirus. ¿Son los alérgicos más propensos a infectarse de Covid-19?

Hay estudios que dicen que la inflamación alérgica de la vía aérea o su tratamiento (normalmente corticoides inhalados por nariz y/o vía bronquial), no está claro cuál de los dos, puede proteger contra la infección del Covid-19. Esto puede hacermos pensar que los alérgicos se pueden infectar menos del coronavirus que los no alérgicos.

¿Cómo se diferencian los síntomas de una alergia y los del Covid-19?, algunos son muy similares?

La pérdida brusca de olfato y de sabor es muy importante. Un paciente que pierde el olfato como único síntoma, te lleva a pensar que se ha contagiado de Covid-19. Hay pacientes alérgicos que a veces lo pierden pero son enfermos crónicos y el paciente ya lo conoce y está familiarizado con ese síntoma. Hay síntomas comunes. El alérgico no va a tener fiebre. Sin fiebre, sin pérdida de olfato brusca, sin diarrea y sin dolor muscular, el paciente tiene que pensar que no tiene Covid-19. Si un paciente tiene rinitis y además tiene asma y los cuatro síntomas anteriores tiene que pensar que aparte de la alergia puede estar infectado del virus.

¿Cómo se explica que personas en la edad madura se conviertan en alérgicos a tan avanzada edad?

En este sentido, hemos sufrido dos olas: una primera donde empezaron a aparecer una gran cantidad de alergias respiratorias, y ahora estamos padeciendo la segunda ola, que es la que hace referencia a las alergias alimentarias a cualquier edad. ¿Qué influye para tener una enfermedad alérgica?, la susceptibilidad genética pero tambiénlos cambios en el estilo de vida están teniendo una gran incidencia. Al estar recluidos en interior estamos menos expuestos al sol y a su vitamina D y todo eso afecta en que haya una mayor inflamación. El tráfico y la contaminación también influyen, el polen cercano a las autovías es más alergénico. La higiene, los detergentes, hacen que vivamos en una sociedad mucho más limpia y esto influye en que haya una menor exposición a microbios que nos ayudan a inmunomodular y son de gran utilidad. El cambio de estos hábitos hace que las alergias estén aumentando de forma descomunal.

¿Influye la genética a la hora de ser alérgico?

Esta enfermedad tiene un componente genético, mejor dicho, una susceptibilidad genética. Me explico. Existe una cierta predisposición genética individual pero lo que realmente influye es el estilo de vida. La incidencia de la predisposición individual no es una consecuencia directa. El estilo de vida y los cambios que se han dado en las sociedades postindustriales son los causantes de la proliferación de más alergias.

¿Han aumentado las consultas alergológicas en estos días que estamos empezando a salir más desde el confinamiento?

En la forma en la que estamos trabajando en la actualidad, con el miedo que tiene la población a acudir a los centros sanitarios, es difícil valorar esta cuestión.

¿Hay un tratamiento cercano, en el horizonte, en el que usted tenga puesta sus esperanzas de curación definitiva de la alergia?

La alergia tiene un tratamiento que funciona y muy bien: la inmunoterapia, las vacunas. Estas, cuando están bien indicadas, hacen que el paciente mejore muchísimo y pueda acabar curado. Hay que identificar a qué es alergico el paciente y a veces cambiando de hábitos y de vida, la cosa se soluciona. Las vacunas de la alergia no tienen calendario. Por ejemplo, a un alérgico al olivo no se le puede vacunar en el periodo de floración del olivo porque se pondría peor. Esa es la única limitación, habría que esperar dos meses. El tratamiento de vacunas es individualizado y hay que llevarlo a cabo durante un periodo mínimo de tres años.

¿Cómo va la investigación que usted lleva a cabo en la que pretende aliviar los efectos de la alergia con suplementos naturales y no con medicamentos?

Este es un proyecto europeo en el que estamos tratando a enfermos de alergia a los alimentos vegetales. Estamos intentando, con suplementos alimenticios o probióticos, modificar la microbiota del paciente para que la alergia desaparezca. Hemos hecho el estudio en animales y ahora vamos a dar el salto a pacientes, pero tendremos que esperar a que baje la incidencia del Covid-19.

¿Qué nivel de incidencia de alergia tiene Málaga respecto a otras provincias españolas?

En Málaga hay mucha alergia. Por ejemplo, en Madrid hay mucho alérgico pero casi exclusivamente a las gramíneas,con una especial incidencia ahora en primavera. En Málaga tenemos mucho polén (sobre todo en la zona de Antequera), tenemos gramíneas, ciprés, y también la parietaria, que es una planta mediterránea que ataca mucho. Tenemos ácaros del polvo y hongos por la humedad. En Málaga hay alergia durante todo el año.

Dígame algunos consejos a seguir por todos aquellos afectados de alergia ahora en primavera.

Seguir todas las recomendaciones que nos están indicando para hacer frente al Covid-19. Salir a primera o última hora del día, llevar la mascarilla más apropiada, gafas de sol y los días de mucho viento, quedarse en casa y cerrar las ventanas.