La provincia de Málaga registró el año pasado al menos 323 agresiones a sanitarios, cifra que supone el 21,4% de las 1.507 denunciadas en toda la región andaluza durante todo ese ejercicio. Este dato la convierte en la segunda provincia andaluza con más agresiones acumuladas en sus hospitales, centros de salud u otro tipo de asistencias, ya que sólo fue superada por Sevilla con 388 episodios. Entre los datos más destacables aparece el hecho de que de las 323 agresiones registradas en la provincia, 227 se cometieron sobre mujeres, más de un 70% del total, frente a las 96 sobre sanitarios varones. De la misma manera, el balance indica que 69 (21,3%) agresiones fueron físicas.

Según los datos que maneja la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, el número total de agresiones en la región creció durante 2019 un 22% respecto el ejercicio anterior, cuando el balance se cerró con 1.235 casos. Aumentaron también las agresiones físicas, pasando de las 267 de 2018 a las 289 de 2019. El balance, sin embargo, destaca cómo se reduce el porcentaje de agresiones físicas respecto al total. Un 19,2% del año pasado frente al 21,6% del anterior. Por sexo de la víctima, los incidentes se incrementan en ambos casos. A lo largo de todo el ejercicio, los letrados del Servicio Andaluz de Salud (SAS) realizaron un total de 232 asistencias a profesionales víctimas de una agresión. Actualmente, los centros sanitarios andaluces cuentan con más de 44.000 elementos de seguridad de distinto tipo para intervenir en caso de que un sanitario sufra una agresión. Entre ellos destacan 3.731 cámaras de seguridad, 5.410 timbres en consulta, 1.049 consultas comunicadas con interfonos, 14.235 teléfonos, 3.711 salidas alternativas o 14.464 terminales en puestos de trabajo en consultas que cuentan con el software antipánico.