Con motivo del Día de Caridad el próximo domingo, este jueves se ha presentado la campaña de Cáritas del Corpus Christi 2020 'El poder de cada persona' y se han dado a conocer los principales datos extraídos de la Memoria anual de actividades 2019 y de la actuación de Cáritas durante el periodo de confinamiento, durante el cual se atendió a una gran cantidad de familias, superando incluso los registros de todo el ejercicio anterior.

La 'Caridad no cierra' y 'Cada gesto cuenta' fueron los dos lemas con los que Cáritas, nada más comenzar la crisis del coronavirus, se disponía a desplegar toda su creatividad para poder seguir acompañando a las familias más vulnerables, a través de su extensa red de parroquias distribuidas por todos los puntos de nuestra provincia. La misión de Cáritas, siempre unida al acompañamiento y a la cercanía con todas las personas que sufren pobreza y exclusión, se ha visto obligada a adaptarse con rapidez a este difícil escenario iniciado a mediados de marzo.

En tan solo dos meses (del 15 de marzo al 15 de mayo) durante el periodo de confinamiento, 27.331 personas se han beneficiado de la ayuda de Cáritas. Dicho de otro modo, en estos dos meses se han atendido 4.508 personas más que durante todo el año 2019 (22.823 personas).

Se han acompañado a 9.593 personas frente a las 6.175 que se venían acompañando antes de que se iniciara la pandemia, lo que supone un aumento del 55%. Cada una de las ayudas que ha proporcionado Cáritas han repercutido en una media de 2,8 personas por hogar.

Otro dato significativo es que el 44% de los demandantes acudían a Cáritas por primera vez.

La inmensa mayoría ha llegado a su Cáritas a través de los contactos proporcionados desde la misma parroquia. Seguidamente, los servicios sociales son los que más personas han derivado a los equipos de Cáritas parroquial.

Según la valoración ofrecida por los miembros de las Cáritas Parroquiales, el perfil de los demandantes responde al de personas de mediana edad (de entre 35 y 65 años), afectados por el desempleo, un ERTE o trabajo de economía sumergida. Mayoritariamente señalan también las familias con hijos a su cargo y de nacionalidad española.

Se han detectado tres situaciones relacionadas con la vivienda que, aun no siendo mayoritarias, resultan muy preocupantes: viviendas compartidas en situaciones vulnerables, impagos de habitaciones de realquiler, el hacinamiento y la vivienda precaria.

De forma abrumadora, la demanda generalizada ha sido de alimentos, seguida de lejos por productos de higiene. Las demandas en concepto de vivienda, suministros, derivación a ayudas públicas y apoyo afectivo se han recibido de manera igualitaria.

Respecto a la frecuencia de las ayudas, el 49% de Cáritas parroquiales han prestado una respuesta estable de apoyo (semanal y quincenal) frente al 51%, que han ofrecido respuestas puntuales.

Durante este periodo de confinamiento, cada centro de Cáritas ha entregado ayudas por valor de entre 2.000 y 9.000 euros, alcanzando un montante de 470.877 euros.

En la rueda de prensa de este jueves han participado los principales responsables de la institución, Francisco José Sánchez Heras, director de Cáritas Diocesana de Málaga, y Gabriel Leal Salazar, vicario para la acción caritativa y social, y delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Málaga.