Finalmente, la vida sigue igual. Cs había presentado en el Pleno de la Diputación una moción para que los partidos, por un lado, apoyasen el acuerdo contra el transfuguismo y, por otro, instar al equipo de gobierno a hacer un sesión plenaria extraordinaria "donde se realicen cambios en la estructura y en las retribuciones de los miembros de la corporación" para dar cumplimiento al famoso pacto antitransfuguismo. Ahí estaba la bomba retardada, porque lo que estaba pidiendo el vicepresidente de la Diputación, el naranja Juan Carlos Maldonado, era que el PP diera marcha atrás en su acuerdo con el ex de Cs Juan Cassá, a quien se ha dado la portavocía del gobierno en la institución supramunicipal y se le ha nombrado delegado de Relaciones Institucionales para que sume su voto a los de los populares y, de paso, apuntalar el pacto de cogobierno entre naranjas y PP en el Ayuntamiento. Pero el PP sumó su voto al de Cassá (dieciséis) y rechazó dar marcha atrás en las medidas adoptadas en pleno el pasado 24 de junio. El PSOE, Adelante y Cs votaron a favor, sumando quince votos. Todos apoyaron, eso sí, el primero de los puntos. El otro titular es que Maldonado no anunció que se rompía el pacto de gobierno en la Diputación, aunque sí reconoció que los deja en "una situación difícil". Habrá que esperar a lo que diga la dirección nacional. El PP mantiene que no forma parte del equipo de gobierno y, por tanto, no es un tránsfuga.

Ya saben que Cassá dejó el 4 de mayo el grupo municipal de Cs en el Ayuntamiento y se pasó al grupo de ediles no adscritos. Eso hizo que el PP y Cs perdieran un voto y la mayoría absoluta, pasando en la capital de dieciséis a quince ediles, los mismos que suman el PSOE y Adelante Málaga. Cassá, por tanto, era la clave de bóveda de la política municipal y tonteó con la izquierda para armar una moción de censura que no ha cuajado. Después, el PP llegó a un acuerdo con él para hacerlo portavoz del equipo de gobierno en la Diputación (un puesto que ya ostentaba mientras seguía en Cs) y darle un área de gestión. Eso no ha gustado a Cs. Es más, el alcalde, Francisco de la Torre, optó por llegar a un acuerdo también con Cassá en la ciudad. Ni Maldonado ni Noelia Losada, ahora portavoz de Cs en el Ayuntamiento, están de acuerdo y han pedido tanto al regidor como a Francisco Salado, presidente del ente supramunicipal, que recapaciten, pero los populares no van a dinamitar el acuerdo con Cassá en la Diputación. De hecho, con Cassá tienen mayoría absoluta. Incluso si se fuera Maldonado, seguirían con ella. ¿Pero cómo afectaría eso a la capital, porque si Losada se va, PP y Cassá no sumarían mayoría?

Maldonado ha tachado de "vergonzoso" lo sucedido en la Diputación, ha pedido al PP que recapacite y cumpla el pacto antitransfuguismo y ha dicho: "Muchos de nosotros sí estamos en política para trabajar, no sólo para cobrar". "Decir que el señor Cassá no es un tránsfuga es jugar con la inteligencia de esta cámara y de los malagueños", ha declarado, para indicar que el asturiano es parte efectiva del equipo de gobierno, algo que niega el PP. De hecho, Cassá ha defendido hoy una moción como si fuera parte del ejecutivo de Salado. Maldonado ha dicho que Cassá cobra casi lo mismo que "un vicepresidente", para tachar después al para él "tránsfuga" como un "personaje" que entiende que "lo público está a su servicio". Ha pedido que mañana mismo se celebrase ese pleno para revertir la situación. Francisco Oblaré, diputado de Fomento e Infraestructuras, se ha ido al diccionario de la Academia de la Lengua para negar que Cassá sea un tránsfuga, ha acusado a Maldonado de presentar una moción de "postureo" y ha negado que Cassá gane "73.000 euros", sino que cobra lo mismo que cuando se firmó el pacto con Cs "hace un año". "El equipo de gobierno está muy satisfecho con la incorporación del señor Cassá", con su "capacidad de trabajo y su experiencia" en el municipalismo. Dice que hay que seguir profundizando en el pacto de gobierno. Maldonado ha insistido: "Apelo a la rectificación del socio de gobierno, nos ha puesto en una situación muy complicada".

José Bernal, portavoz del PSOE, ha preguntado a los diputados del PP si han leído a Freud, "que decía que el hijo se tenía que comer al padre, el problema es que Bendodo no se ha comido a Paco de la Torre", ha ironizado, para criticar la imagen que se ha dado de la Diputación y la "inestabilidad" en la que han sumido a la institución tras lo sucedido. "Salado ha salido como el apagafuegos, ha apagado el fugo de Málaga para prender la mecha de la inestabilidad en la Diputación de Málaga".

Teresa Sánchez, portavoz de Adelante Málaga, también ha tachado de "personaje" a Cassá -que ha escuchado con su correspondiente mascarilla y sin hacer aspaviento las referencias a su persona- ha indicado que el PP "ha cedido al chantaje de un personaje como Cassá para asegurar la estabilidad en el Ayuntamiento" y ha dicho que Maldonado será "un cabeza de turco", además de insinuar que será Inés Arrimadas quien tome la decisión.