Cierto es que al contrario que el androide de la película 'Blade Runner', ningún malaguita ha visto atacar naves en llamas más allá de Orión, ni mucho menos brillar en la oscuridad rayos C más allá de la Puerta de Tannhäuser o en sus inmediaciones.

Pero también hay que admitir, que en los últimos 20 años los malagueños hemos sido testigos de cosas igual de sorprendentes como la peatonalización de calle Larios, la plaza de la Constitución y calle Alcazabilla; la llegada del AVE; la inauguración del Museo Picasso, el Centre Pompidou y el Museo Carmen Thyssen; la transformación de una parte del Puerto en Muelle Uno y el Palmeral de las Sorpresas o la conversión del Palacio de la Aduana en Museo de Málaga.

Hace dos décadas, en el imaginario popular Málaga era un sitio de paso poco recomendable porque te podían robar la cartera, así que lo del androide tampoco es para tanto.

Semejantes novedades y mejoras no han conseguido, sin embargo, que el presupuesto del Ayuntamiento destine una 'miseria' -si lo comparamos con cualquier sueldo de gerente municipal- para reparar la maltrecha verja del Paseo de Don Juan Temboury.

Esta oxidada y veterana obra, tan cercana y sin embargo tan alejada de la Casa Consistorial, en los años de grandes cambios y el boom turístico sólo ha recibido modestísimos parches, que sólo animan a no acercarse mucho a la estructura. Y así, en los peligrosos huecos donde cabía una pata de jamón el Ayuntamiento se ha limitado a colocar una varilla de hierro oxidada, para estar a juego con el resto.

Pero la inclinación de esta verja ajada y mellada continúa, mientras se nota cómo tantas décadas de dilatación han terminado por partir la piedra en la que se sustenta.

No parece que se vaya a desplomar mañana pero ahora que se va a cambiar el aspecto de la Travesía del Pintor Nogales, ¿no sería el momento de recuperarla y dejar de tentar al gremio de los chatarreros?

Sin avenida

La ausencia en Málaga de una avenida de Juan Carlos I nos ha evitado la 'damnatio memoriae' de algunas ciudades españolas en las que han matado el oso antes de juzgarlo.

Por cierto que quienes abogan por una República deberían tranquilizarnos y prometer no armarla ni ningunear la figura de Jefe del Estado si se elige -es un suponer- a fulanito González o a menganito Aznar. En caso contrario, mejor no cambiar de carril constitucional y arreglar el socavón.

Hasta la vuelta

A partir de la próxima semana, el firmante se marcha un mes para que ustedes descansen merecidamente de un servidor. Hasta la vuelta y mucha salud.