Si la crisis sanitaria del Covid-19 y su derivada económica han tenido una especial incidencia negativa en el Centro Histórico, en sus bares y comercios, lo cierto es que se ha producido el efecto contrario en los distritos y sus barrios y, en concreto, en sus mercados municipales, donde muchos malagueños han vuelto a comprar y los comerciantes, a invertir en la adjudicación de puestos, según se desprende de los datos aportados por la teniente de alcalde de Comercio y Vía Pública y portavoz del grupo municipal del PP, Elisa Pérez de Siles.

Así, para dar salida a los puestos de mercados municipales que no eran ocupados por nadie, explica Pérez de Siles, se reformaron las normas generales para la autorización de ocupación temporal de puestos en estos espacios comerciales, entrando en vigor el 21 de mayo de 2019. Por este procedimiento, «se han adjudicado desde entonces 46 puestos, ubicados en distintos mercados municipales de la ciudad, en concreto los de Bailén, Carranque, Churriana, Ciudad Jardín, Dos Hermanas, El Palo, El Carmen, Huelin y Portada Alta».

La concejala destaca que los «mercados municipales han soportado bastante bien las consecuencias derivadas del confinamiento y posteriores medidas restrictivas de la movilidad, incorporando a su clientela habitual a los vecinos de los barrios donde se ubican los mercados, que hasta ahora no los conocían, y que una vez los han descubierto han quedado fidelizados por la amplia variedad de sus productos, precio y calidad que se ofrecen, claro, en los distintos puestos que conforman los mercados». Ello es tan así, añade Pérez de Siles, que en «los últimos cuatro meses se ha incrementado el ritmo de autorizaciones de ocupación temporal tramitadas, 15, prácticamente una por semana, más otras siete que están a falta de presentar alguna documentación».

Reseña la edil que, según le trasladan muchos interesados, la ordenanza «posibilita mayor flexibilidad, la posibilidad de probar la explotación de un negocio en precario sin necesidad de esperar una nueva convocatoria, todas las oportunidades de esperar nuevas líneas de negocio, además de las habituales, y el que mucha gente haya optado por hacer sus compras en cercanía; todo ello ha permitido que los vecinos conozcan los mercados, la calidad de sus productos, sus precios competitivos y ahora prefieran el mercado para formalizar sus compras». De hecho, el Ayuntamiento estuvo tres años sin sacar la convocatoria, por lo que muchos interesados descartaron esperar.

Y es que, además de la reforma de esas normas generales, en febrero pasado se aprobó una modificación de la ordenanza de Mercados con el fin de actualizarla a los nuevos modelos comerciales y horarios y abrirlos a actividades complementarias, tanto de venta como de dinamización, con el fin de hacer de esta una red más atractiva para el consumidor. Así, se redujeron las restricciones a los porcentajes de puestos que pueden abrir de forma extraordinaria y creció el límite del número de puestos que son titularidad de una misma persona. «En relación a los porcentajes, hay algunos que en la práctica resultan insuficientes, como congelados, y otros que no encuentran oportunidad por los porcentajes de la actual ordenanza, como flores o textiles», dijo en febrero de 2020 Pérez de Siles. Es decir, esos sectores tienen, desde la modificación de la ordenanza, más representación en algunos mercados. La ordenanza introdujo, asimismo, una flexibilización de horarios, es decir, que los mercados pueden ampliar, a propuesta de los titulares de los puestos, su actividad a tardes o festivos.