Las encuestas también juegan. Introducen un condicionante en la escena política que, a partir de ahora, explicará algunos movimientos en la órbita del Gobierno andaluz que comparten PP y Ciudadanos, con el apoyo parlamentario de Vox.

Habrá que ver, precisamente, el efecto del sondeo andaluz que sitúa como segunda fuerza del tripartito a Vox.

Si, en el barómetro publicado en julio, el partido de Santiago Abascal ya le pisaba los talones a la formación de Inés Arrimadas y Juan Marín, ahora lo ha adelantado por la derecha.

Y, por la misma regla de tres, lo ha situado como la primera fuerza con la que deberían sentarse los populares en caso de que en las urnas se reedite la mayoría del bloque de centro-derecha a la que apuntaron, de modo aún más holgado, los nuevos sondeos hace unos días.

La circunstancia de que esta encuesta haya sido realizada por el Centro de Estudios Andaluces de la propia Junta de Andalucía le ha puesto en bandeja al PSOE su reacción. El hecho de que los socialistas hayan perdido en un solo trimestre entre cinco y siete escaños -o hayan pasado de un casi empate con el PP a estar con diez parlamentarios menos- ha sido atribuido por la oposición a la cocina que tiene como chef al consejero de la Presidencia y portavoz del Gobierno andaluz, el malagueño Elías Bendodo.

Sin ir más lejos, la fundación pública que elabora el barómetro depende de la consejería que dirige el también presidente provincial del PP de Málaga.

Será, precisamente, un estratega como Bendodo quien vaya marcando el camino a seguir a la hora de ampliar las amistades con Vox para cuando haga falta echar las sumas del gobierno regional en la próxima legislatura. A la necesidad de ir acercándose a Vox se le añade también la certeza de que la relación del PP con Cs ya no es tan cordial. Basta con mirar a Málaga, donde los naranjas han vuelto a discrepar con el alcalde en relación al Astoria.

El escrutinio de la marmota

En el seno de Vox Málaga, existen quienes aseguran que los votos que se emitieron antes de la suspensión de las primarias no llegaron ni siquiera a ser escrutados y quien, en cambio, sostienen que sí se contaron. Sea lo que fuere, aquella medianoche en la que esperaba saberse el nombre del ganador de los comicios internos sigue pendiente de un nuevo desenlace.

Si se juega con la expresión el día de la marmota que ilustra la repetición de ciertas situaciones, mañana martes 13 de octubre habrá escrutinio de la marmota.

Se espera que, por la noche, se conozca el resultado con los votos emitidos desde el pasado viernes hasta ese mismo día -telemáticamente o por correo- a favor del hasta ahora líder del partido y candidato a la reelección, el administrador de fincas José Enrique Lara, o del coronel retirado de la Legión que concurre como aspirante a sucederlo, Enrique de Vivero.

Finalmente, la celebración de elecciones para la designación del presidente provincial solo se llevará a cabo en Málaga y Alicante, por lo que es posible que esta vez el escrutinio concluya antes o que, al menos, no se anuncie tan tarde como la otra vez, ya que no se tuvieron noticias al respecto hasta más de las once de la noche.

Y, encima, las novedades que salieron a la luz resultaron ser tan sorprendentes como la cancelación parcial de los comicios que tuvo otra vez la semana pasada a las dos candidaturas malagueñas haciendo campaña.

No obstante, la que ha precedido a los sufragios actuales no fue una campaña al uso. La precaución por el Covid y los enfrentamientos de la anterior convocatoria explican que haya sido una campaña sin actos presenciales que se ha desarrollado, en su práctica totalidad, en las redes sociales o por videoconferencias.

Ni siquiera hubo eso en Jaén, la otra de las tres provincias en las que la Junta Electoral ordenó la repetición de la campaña y las votaciones. Tanto Salud Anguita como Gerardo Aceituno retiraron hace unos días sus candidaturas y una gestora se hará cargo de forma provisional del partido.