La imagen del Cristo de la Victoria, talla que data de 1630 por Alonso de Mena, regresa a la Catedral de la Encarnación de Málaga tras haber sido trasladado para su restauración en el pasado mes de enero. Este cristo se encontraba en un preocupante estado de conservación, el cual hizo imprescindible la intervención, materializada en el proyecto redactado por Quibla Restaura S.L. en 2016 para la Catedral de la capital.

La escultura mostraba daños en el soporte, con grietas en la espalda, paño de pureza y brazos, además de una pérdida de volúmenes en la parte posterior, la corona de espinas, el cíngulo y la cartela del INRI. Los orificios encontrados alertaban de un ataque de insectos xilófagos que habían supuesto que la madera se debilitara.

La figura llegó a presentar al menos dos capas de óleo superpuestas a la policromía original realizada al temple, ocultando su tonalidad inicial y su decoración a base de líneas azules y rojas, así como gotas y regueros de sangre. Además, se encontraba con una gran acumulación de suciedad y polvo en la superficie.

Por ello, el Cristo de la Victoria se trasladó a las dependencias del Obispado de Málaga, donde comenzó el tratamiento de anoxia por atmósferas controladas. Este tratamiento combate a los insectos xilófagos en todos sus estadíos y consiste en la fabricación de un compartimento estanco a medida, del que se extrae el oxígeno para sustituirlo por nitrógeno con un control continuo de la temperatura y la humedad. Este procedimiento, que iba a durar dos meses, se vio interrumpido por la pandemia y el confinamiento, alargando dicho proceso, pero no se llegó a paralizar completamente.

Todo el proceso ha sido realizado bajo los parámetros de intervención mínima y reversible, y ha sido fruto de un equipo multidisciplinar de seis restauradores y restauradoras, dos tallistas y un equipo de químicos.

Tratamiento

Para el tratamiento del soporte, se desmontó el brazo izquierdo y la parte posterior de la espalda, para proceder a una necesaria consolidación y a la colocación en el hueco interior de un sistema que permitiese el colgado por la espalda, ya que el original no se había conservado, estando la imagen hasta su intervención sujeta exclusivamente por los clavos de pies y manos, siendo consecuencia las grietas en los ensambles de los brazos.

Además, tuvieron que fijar los estratos de color y preparación en numerosos puntos mediante la aplicación de un adhesivo orgánico y una espátula termoeléctrica. Igualmente se consolidaron y sellaron todos los orificios y galerías de insectos mediante el inyectado de una resina acrílica.

Para la limpieza de la policromía, en primer lugar, se eliminó el polvo y suciedad incrustados con medios secos y se siguió con una limpieza química con un sistema gelificado. La retirada de repintes presentó muchos problemas, siendo necesaria una segunda extracción de muestras para su análisis físico-químico. Una vez eliminados los repintes del paño de pureza, se procedió a la limpieza del temple original del mismo con geles de silicona.

Se tallaron los fragmentos que faltaban en la corona de espinas, la zona perdida del nudo del cíngulo y los elementos cercenados de la cartela. Asimismo, en esta fase se recolocaron tanto el brazo desprendido como las piezas de la espalda, sellándose las grietas mediante chirlatas de madera de balsa y pasta de madera epoxídica.

El siguiente proceso fue el estucado de las lagunas, es decir, el enrasado de la superficie mediante el relleno por las faltas de la policromía con sulfato cálcico y cola de conejo. La reintegración cromática se realizó con pigmentos puros al barniz para las carnaciones y el cabello y con pigmentos al temple para el paño de pureza. Finalmente, se protegió mediante un barnizado por pulverización.

Cristo de la Victoria

La imagen del Cristo de la Victoria se encuentra en la Capilla de los Caídos de la Santa Iglesia Catedral de Málaga. Inicialmente, la figura se encontraba en el convento de las Clarisas en Capuchinos, siendo donada en la década de 1940 a la Catedral por la comunidad religiosa.

La talla es en madera de conífera en una sola pieza y añadido de los brazos. La policromía está realizada al óleo, a excepción del paño de pureza donde se ha utilizado temple. El escultor, Alonso de Mena, sigue el estilo de la escuela granadina, conservando características manieristas y recibe, igualmente, algunas influencias de la escuela sevillana.