Carretera de Cádiz, Portada Alta o Bailén, son algunos de los barrios donde más casas de apuestas hay. La proliferación de salones de juegos en barrios obreros aumenta a ritmos vertiginosos, convirtiéndose en una gran lacra, que vienen denunciado los vecinos de las barriadas más populares de la ciudad.

Actualmente, el 70% de estos se concentran en tres principales distritos: A la cabeza se encuentra el distrito 7 de Carretera de Cádiz, ya que acumula en su barriada 32 casas de apuestas, la misma cifra que centros educativos. Le siguen Cruz de Humilladero con 19 y Bailén-Miraflores.

Por otro lado, entre locales de juego, máquinas y terminales de apuestas, la provincia de Málaga aglutina el mayor número de salones de juego de Andalucía. Un total de 216, pero 11 con bajas temporales tramitadas este año, es decir actualmente están en activo 205.

Para denunciar esta situación se creó la Plataforma Málaga Contra las Casas de Apuestas, una organización creada con el objetivo de evitar la apertura de estos locales de juego en barrios humildes, ya que generan crispación social, adicción y delincuencia.

«Esta asociación está creada por barrios libres de casas de apuestas, y surgió de la crispación en ciertos barrios preocupados por la proliferación y ubicación de estas. Hacemos lucha activa, movilizamos a los vecinos y reivindicamos que los barrios queden libres de estos salones», asegura Alejandro Torre, ex jugador rehabilitado y miembro de la Plataforma.

La principal denuncia de esta asociación es que muchos de los locales se encuentran en los barrios obreros de la ciudad y también muy próximos a centros educativos: «Donde más casas de apuestas hay es en los barrios donde la renta per cápita no supera los 8 y 9 mil euros anuales. Tenemos contrastado que se ubican en los barrios más humildes», apunta Torre.

Solo este año se auto prohibieron 2.000 personas, el 44% eran mujeres. Es decir, personas que se vetaron así mismos las entradas a estos salones. «El juego es legal, pero es ilegítimo», afirma.

En su año de vida, la plataforma ha organizado tres concentraciones en la barriada de Martiricos, Carlos Haya y Portada Alta: «Defendemos los intereses de los más vulnerables, esto es una lacra», reitera Torre.

Desde la organización se han presentado mociones en el Ayuntamiento, una junto con Unidas Podemos, donde se pedía la limitación de licencias a menos de 500 metros de colegios: «Somos apartidistas pero, esto no es de ningún partido. El material de juego es antagónico con el educativo, hay que separar los salones de los centros. Debemos concienciar sobre esto», manifiesta.

Mientras, desde la Junta aseguran «tener en proyecto la reforma del Reglamento de Salones donde se recogen nuevas medidas para limitar accesos, publicidad y cercanía a centros escolares». «Nunca la Junta se ha puesto en contacto con nosotros, pero estamos abiertos a sentarnos con ellos y tener voz en estas cosas», aclara Alejandro Torre.

Ludopatía infantil

Rafa Nadal, Gerard Piqué, Pau Gasol, Cristiano Ronaldo o Neymar han sido durante años imagen de promociones para webs de juego.

Una publicidad con un perfil de anunciante con gran éxito entre las personas jóvenes, es decir una propaganda muy enfocada y dirigida en parte a un gran público joven.

Según datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad, se estima que unas 670.000 personas tienen conductas de riesgo o ludopatía.

Desde hace un par de años, el perfil del jugador ha cambiado, ya que ha aumentado de manera muy preocupante la ludopatía juvenil, convirtiéndose en un problemas de salud pública.

Aunque no hay estudios concluyentes de la dependencia en menores, ya que no pueden jugar dentro de la legalidad, diversas asociaciones apuntan que cada vez reciben más ludópatas de entre 18 y 25 años, y han aumentado significativamente las consultas de familias con hijos menores de edad en relación con los juegos de azar y apuestas.

Durante el confinamiento está situación se ha agravado, provocando altos niveles de ansiedad y actitudes compulsivas en compras o videojuegos entre los adictos al juego.

En Málaga la Asociación Malagueña de jugadores de Azar en Rehabilitación (Amalajer) es la encargada de ayudar con estas adicciones en la provincia. Pero este año sus ayudas han disminuido y lo seguirán haciendo, ya que la partida destinada a prevención e intervención de adicciones en los presupuestos de la Junta en 2021 bajará un 23,5%.

«Por la Covid-19 habido ayudas a los salones de juego, pero sin embargo a los centros de ayuda no, estamos dando de comer a los que menos necesitan y a los que más han recibido este año», denuncia Alejandro Torre.