Crisis del coronavirus

Los coletazos de la quinta ola concentran los positivos en los niños y los adolescentes

El efecto de la vacuna ha trasladado los contagios desde la población veinteañera a los más pequeños, donde se incluyen los jóvenes a partir de los 12 años que han empezado a vacunarse y los aún menores, que esperan todavía a ser incluidos en la estrategia de inmunización

Un joven recién vacunado en el Palacio de Ferias y Congresos (FYCMA).

Un joven recién vacunado en el Palacio de Ferias y Congresos (FYCMA). / Gregorio Marrero

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

La quinta ola pandémica que ha acompañado toda la etapa estival se llegó a denominar como «ola joven» por la alta incidencia del virus registrada entre esa población, en la franja de los 15 a los 29 años, donde se llegó a superar una incidencia de 2.000 casos por cada 100.000 habitantes en dos semanas.

Los factores que se han asociado han sido varios y dispares. Por un lado se criticó la falta de responsabilidad ciudadana, debido a la proliferación de botellones y otras concentraciones no permitidas en espacios públicos, una situación que el sector de la hostelería y el ocio nocturno señalaron como consecuencia de los horarios restrictivos en sus gremios.

Por otro lado, las fechas. El estado de alarma cayó el pasado nueve de mayo con la consecuente caída de las medidas sanitarias, a lo que se sumó el inicio de la temporada turística y la flexibilización de las normas para aprovechar el empuje económico.

A esta situación, la población más joven llegó sin vacunar, de hecho, los veinteañeros no fueron incluidos en la estrategia de inmunización hasta la segunda quincena de julio. Una conjunción perfecta para desatar los positivos entre los jóvenes.

Ahora este contexto ha cambiado, el 70% de los veinteañeros de Málaga ya tienen al menos una dosis y el efecto de la cobertura vacunal ha desplazado el foco de contagios.

De manera que, según los datos publicados en el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) a 3 de septiembre, los nuevos positivos se concentran entre los niños y niñas con entre 0 y 14 años, el rango de edad con la mayor tasa de incidencia acumulada actualmente, 220 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.

El delegado de Salud en Málaga, Carlos Bautista, concreta la horquilla para todo el conjunto andaluz entre los 10 y los 19 años.

«Hace unas semanas los grupos etarios más contagiados eran de 20 a 29 y el segundo de 10 a 19», explica el delegado. «Es normal, vamos vacunando y el virus se va desplazando a los grupos de edad con menos vacunas».

Es por ello por lo que la Junta pretende vacunar a los pequeños de 0 a 11 años en octubre, aunque aún se desconoce cómo ni con qué fórmula.

«Ya hemos vacunado a lactantes voluntarios en un estudio que se está haciendo en el hospital de Antequera pero eso necesita su autorización por las agencias sanitarias, es complejo», añade Bautista.

En cuanto al resto de franjas de edad, la de 15 a 29 años se encuentra ahora en 210,4 casos por cada 100.000 habitantes; la población de 30 a 44 años está en 179,1 casos; los de 45 a 64 años están en 150,7 casos y los de 85 años o más, en 134,5 casos.

Pendientes de vacunar

Según los datos ofrecidos esta semana por la delegada de la Junta en Málaga, Patricia Navarro, en la provincia quedan alrededor de 243.000 personas sin vacunar.

Los perfiles son, como apunta Carlos Bautista, ciudadanos que se contagiaron antes de vacunarse y aún están en el intervalo de espera desde la infección hasta la primera dosis -se ha reducido de seis meses a uno-, pacientes que estaban en tratamientos inmunodepresivos o que acababan de someterse a un trasplante y, además, negacionistas. «Nos preocupa ese pool sin vacunar y los vamos a buscar selectivamente, vamos a hacer una campaña activa a través de los centros de salud, de los médicos de familia, de Diraya -sistema informático del SAS-...», incide el delegado, insistiendo en que la variante Delta no solo es más contagiosa sino más agresiva. En cuanto al debate de la tercera dosis, Bautista mantiene que «se está estudiando y es muy posible que se ponga», pero la decisión deberá salir del Consejo Interterritorial de Salud.

« Tenemos que saber a qué grupos de vulnerables la vamos a poner. Pacientes oncológicos, inmunodeprimidos, trasplantados, personas mayores, pacientes pluripatológicos...», enumera Bautista. Una lista en la que aclara que también estarán los usuarios de las residencias de ancianos.