Ayuda

El Teléfono de la Esperanza recibe un 30,5% más de llamadas en 2021 y más del doble que en 2019

La organización impulsa la app ‘El Chat de la Esperanza’ para orientar a los jóvenes en temas de salud mental

E. P.

El Teléfono de la Esperanza recibió durante 2021 un total de 17.070 llamadas de personas solicitando ayuda, lo que supone un 30,5 más que el año anterior, cuando se registraron 13.073; y el doble que en 2019, cuando fueron 8.035. Los motivos de estas llamadas son la ansiedad, el estrés, la depresión, conflictos en las relaciones o patologías más profundas. Así lo indicaron desde dicha organización, apuntando que la crisis sanitaria, económica y social a raíz del coronavirus «pesa en la salud mental de las personas conforme pasan los meses y la necesidad de ser escuchado no ha parado de crecer desde el inicio de la pandemia».

Los motivos de las llamadas son psicológicos en 5.828 casos (4.455 en 2020); familiares en 1.926 de las consultas (1.603 en 2020), 435 de carácter asistencial (244 el año anterior), jurídicos (106 llamadas frente a las 64 de 2020); y de otro tipo en 6.493 casos (2.851)

Este último apartado agrupa llamadas que no buscan la atención directa por una crisis o problema; se trata de personas que solicitan información sobre las consultas de los profesionales, cursos y talleres y, entre otros motivos, ofrecimientos de colaboración como voluntarios que han crecido durante la crisis sanitaria.

Las mujeres siguen acogiéndose en mayor medida a nuestro servicio (63%) frente a un 37% de hombres. Las dos franjas de edad que concentran el mayor número de peticiones de ayuda son de 31 a 55, con 6.032 llamadas; y de 56 a 70 con 4.478). En menor medida los jóvenes de 18 a 30 (1.896) y los niños de menos de 13 años (593). Se da la circunstancia de que en la franja de los adolescentes de 14 a 17 años no se registró ninguna demanda de ser escuchados.

Objetivo: los jóvenes

Indicaron que el voluntariado del Teléfono de la Esperanza es consciente de que los jóvenes y adolescentes llaman poco o no llaman nunca para pedir ayuda. Por esa razón están impulsando el proyecto ‘El Chat de la Esperanza’, una ‘app’ que ofrecerá orientación a este sector de la población para atender sus problemas emocionales y de salud mental y prevenir suicidios.

Una veintena de voluntarios se está formando para dar respuesta a los usuarios. Se quiere activar la aplicación en los primeros meses de este año.

Este proyecto ha contado con el apoyo y financiación de la Fundación ‘El Pimpi’, a través de su festival ‘Soles de Málaga’, Fundación Lágrimas y Favores y también el Ayuntamiento de la capital malagueña.