Zona de bajas emisiones

Así será la red de vigilancia del aire y el ruido en la zona de bajas emisiones de Málaga

Contará con ocho estaciones de medición de la contaminación acústica y de la atmósfera - Tendrá que estar desplegada y en funcionamiento antes del 1 de mayo del año que viene

Atascos en el centro de Málaga.

Atascos en el centro de Málaga. / L. O.

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

Antes de que acabe 2023, Málaga deberá tener una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) definida y en pleno funcionamiento para cumplir con la Ley de Cambio Climático y Transición energética.

Además de la restricción del tráfico rodado a la ZBE, que tendrá 437 hectáreas en el entorno del centro de la capital, uno de los aspectos más característicos de este perímetro será la creación de una red de vigilancia del aire y el ruido, con un coste de 1.199.756,14 euros (IVA incluido) divididos entre 2022, 2023 y 2024, donde la Unión Europea aporta 892.380,6 euros y las arcas municipales 307.375,54 euros.

Desde el consistorio han sacado ya a concurso la contratación del diseño, suministro, instalación y puesta en servicio de esta red de control de la contaminación acústica y de la atmósfera, con un plazo de ejecución de un año. Esto es así, por que la fecha límite para acometer toda la instalación de la red es el 1 de mayo de 2023. Las empresas interesadas tendrán hasta el próximo 23 de mayo para presentar sus ofertas.

Así funcionará

La red de vigilancia del aire y el ruido de Málaga contará con ocho estaciones de medición que serán semimóvibles o portables y estarán protegidas mediante un vallado, según se recoge en el contrato, para evitar el vandalismo.

Entre los parámetros que medirán estas instalaciones se encuentra el óxido de nitrógeno (NOx), el monóxido de carbono (CO), las partículas finas (PM 2,5 y PM 10), además del nivel de ruido, temperatura, presión atmosférica, humedad relativa, velocidad y dirección del viento.

En cuanto a la ubicación, se detallará despues de realizar un estudio, previsto en el pliego de condiciones y previo a la instalación de los equipos, sobre los niveles de calidad de aire y ruido históricos, además de un análisis de los puntos más conflictivos de la ZBE debido a la intensidad del tráfico rodado.

La red deberá dispondrá de un software integral donde se almacenerán todos los datos recogidos por las ocho estaciones, con el objetivo de obtener datos a tiempo real que se analizarán posteriormente. Los datos brutos se facilitarán al Ayuntamiento de Málaga a través del Centro Municipal de Informática.

"Del mismo modo, este sistema permitirá ofrecer a los ciudadanos la información suficiente sobre los parámetros medidos, así como al sector público y privado con objeto de concienciar sobre el impacto que la actividad humana tiene sobre el clima y la calidad de vida en términos de sostenibilidad", se recoge en el contrato.

¿Qué estudios se realizarán?

Una vez instaladas las ocho estaciones de medición y la red de vigilancia y control de calidad del aire y el ruido esté a pleno funcionamiento, estos serán los estudios que se llevarán a cabo:

Un diagnóstico de la calidad del aire antes de que entre en funcionamiento la zona de bajas emisiones, a partir de los estudios previos de calidad del aire y el nivel de ruido necesarios para desplegar la red de vigilancia.

Asimismo, se hará una comparación de los niveles de ruido antes y después de implantar la ZBE y mensualmente se realizarán informes sobre la evolución de la calidad del aire y la contaminación acústica, indicando si se cumplen con los indicadores fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Plazos

La instalación de los ocho equipos de medición se realizará a lo largo del mes de febrero de 2023, para asegurar el cumplimiento del plazo establecido en la convocatoria de subvención a la que se ha acogido el Ayuntamiento de Málaga -Programa de ayuda a municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano-, además de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Next Generation, que da como plazo hasta mayo del año que viene.

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