La huelga de los bomberos de Málaga cumple seis años sin atisbo de acuerdo para desconvocarla

El 23 de febrero de 2017, el Área de Seguridad del Ayuntamiento de Málaga recibió un preaviso de huelga indefinida por parte del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga.

Ese preaviso se hizo efectivo el 14 de marzo de ese mismo ejercicio, por lo que el próximo martes se cumplirán seis años de conflicto. Ese mismo día, hay convocada una reunión entre Seguridad y el comité de huelga para la que el área que dirige Avelino Barrionuevo está preparando una propuesta que pondrá sobre la mesa a los bomberos.

En cualquier caso, con este sexto aniversario como telón de fondo y, consultadas ambas partes, no hay atisbos de que el conflicto en el servicio municipal de extinción de incendios esté cerca de solventarse. Mucho menos probable parece que la opción de desconvocar la huelga indefinida esté sobre la mesa.

«Una huelga es una negociación en definitiva. Nosotros pedimos una serie de cosas, si no se reúnen todos los puntos, se puede llegar a un acuerdo con una serie de ellos y desbloquear la huelga», comienza el secretario general del Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB) de Málaga, Andrés Millán. «Pero seguimos casi igual que al principio y voluntad política, ninguna».

Millán subraya que la huelga se convocó con siete reivindicaciones. En primer lugar, la retirada de expedientes disciplinarios que, según han denunciado en numerosas ocasiones, buscaban «amedrentar» a los profesionales.

Por el hecho de estar en huelga, nadie te expedienta. Te expediento si pintas los camiones, si hay algún tipo de hecho fuera de lo normal y sancionable... cuando lo han recurrido a tribunales no les han dado la razón

«Por el hecho de estar en huelga, nadie te expedienta. Te expediento si pintas los camiones, si hay algún tipo de hecho fuera de lo normal y sancionable... cuando lo han recurrido a tribunales no les han dado la razón», replica el concejal de Seguridad.

Otra de las demandas es la organización del servicio, donde el SAB subraya que no hay jefe de bomberos.

«Ha entrado un nuevo director general y además hay oficiales técnicos nuevos, hay una restructuración. Se sacó una plaza de jefe de servicio que quedó desierta», añade Barrionuevo. Para el sindicato, el director general es un cargo «político».

Uno de los puntos claves es la reclasificación de los profesionales, para integrarlos en la escala C1, lo que supone un ascenso laboral y un incremento salarial.

«Los cabos ya están reclasificados y los bomberos está la fase de concurso y quedaría la fase de oposición que se hará cuando yo pueda tener 37 bomberos que me garanticen los servicios mínimos», insiste el edil, que en otras ocasiones ha afirmado que el proceso se aceleraría desconvocando la huelga, ya que no sería obligatorio tener unos servicios múnimos y todos los bomberos podrían ir a examen. «Después de seis años, lo único que se ha reclasificado son los cabos, 33 personas de los 240 que somos el operativo de bomberos. En la vida podrán decir que ese punto se ha cumplido», espeta Andrés Millán, que reclama la reclasificación para todo el colectivo, desde los bomberos hasta el último eslabón, el inspector del servicio.

Otro de los puntos candentes en las negociaciones es el reglamento que regula el servicio de extinción y que sustituirá al documento vigente, que data de 1959.

La Junta de Gobierno Local aprobó a principios de mes el nuevo texto que, asegura Barrionuevo, consensuó con los sindicatos. El SAB denuncia que el reglamento aprobado no es el mismo que el que se cerró en diciembre de 2022 y, por tanto, lo rechaza.

A esto, el edil de Seguridad responde que se introdujeron cambios «innegociables» porque venían dictaminados por Asesoría Jurídica, Personal e Intervención del Ayuntamiento de Málaga.

En este nuevo choque, la clave está en lo que se conoce como el paso a la «segunda actividad», que se produce cuando los bomberos no pueden desempeñar sus funciones, por ejemplo, por edad o enfermedad, y se les asigna otra tarea.

«El ayuntamiento dice, que llegado el momento, si estás en segunda actividad, te puede asignar a Servicios Operativos, de conserje de un colegio, al ayuntamiento... y hemos dicho que eso no, que queremos realizar una actividad dentro del servicio de extinción de incendios, porque se puede hacer», resalta Millán.

Por su parte, Barrionuevo sostiene que el reglamento de bomberos, al no haber una «norma específica» se basa «por analogía» en el de la Policía Local: «Que establece que preferentemente la segunda actividad se realice en el servicio de extinción o en la policía».

En cuanto a la regulación de la jornada, los bomberos critican que mientras los funcionarios municipales trabajan 1.591 horas, ellos trabajan 1.725 a lo que, insisten, se suma una «acuciante falta de personal». «Hoy hay 6 bomberos que están echando horas extras, ayer hubo otros seis y ayer 13 echando horas extra», ejemplifica Millán en el momento de la entrevista hace una semana. «13 bomberos le supone al ayuntamiento 9.000 euros en horas extra y se se están echando todos los día»s.

El secretario general del SAB agrega que en el servicio hay 81 vacantes por jubilaciones no repuestas, que ahora se pueden cubrir ya que la tasa de reposición -bomberos que pueden ingresar en el servicio, por los que se jubilan- está en el 115% pese a que llegó a estar en el 0% en los peores años de la crisis.

Frente a esto, Avelino Barrionuevo defiende que se han acometido dos reducciones de jornada de 24 horas cada día sin pérdida retributiva y que existe un compromiso de hacer una nueva reducción en el acuerdo de funcionarios de este año. «El compromiso es seguir bajando conforme se vayan incorporando los nuevos bomberos como hemos hecho», añade el concejal, que asegura que se producirá cuando entren los 27 bomberos de nueva promoción que llegarán tras superar las oposiciones.

Por último, los bomberos piden una recuperación económica para los compañeros que fueron «expedientados de empleo y sueldo por ejercer su derecho a la huelga».

«Es la única huelga que conozco en la no hay pérdidas retributivas de ningún tipo. En el año 2017, lo único que renunciaron fue a hacer la formación», responde Barrionuevo.

En definitiva, sigue patente la encrucijada en el conflicto del servicio de extinción, en el que los bomberos sostienen que no ha habido apenas cambios mientras que el consistorio recalca que han actuado «de buena fe» en las negociaciones, en especial, con la reducción de jornada, el reglamento y la reclasificación. Habrá que esperar al martes para conocer si se mueve alguna ficha nueva.

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