El Real, al sol: para no olvidarnos de lo nuestro

Si hay protagonistas en el Cortijo de Torres, el reducto de la Feria de Málaga de la fiesta más estética y con raíces, son los caballos y los trajes de flamenca. 

Las mujeres -de todas las edades, desde niñas hasta mayores- sacan sus trajes de gitana de los armarios y los lucen en las mañanas de la Feria, del mismo modo que hacen los jinetes con sus caballos, convirtiendo el Real de la semana grande en un desfile inagotable de belleza y tradición. 

Pasear estos días por el Cortijo de Torres es un viaje nostálgico. Que se lo pregunten a Elena González, malagueña de 51 años y defensora acérrima de la moda flamenca en nuestras fiestas: «Antes sí se enaltecía el hecho de vestirse con el traje típico y, además, todo se acompañaba de flamenco y sevillanas. La Feria de hoy no es la misma que viví cuando era una niña», recuerda. Así que quiere lanzar un mensaje: «¡Viva la Feria de Málaga, vamos a recuperar esa parte flamenca!».

"Buen ambiente"

De igual manera que muchas malagueñas no optan por el atuendo más tradicional porque con las temperaturas agosteñas, tradicionalmente elevadas pero batiendo récords de un tiempo a esta parte, el Cortijo de Torres empieza a animarse caída la tarde, cuando el calor empieza a no fustigar tanto. 

La primera mañana del Real de la Feria no estuvo marcada por una enorme afluencia de personas. El sol apretaba mucho. Poco a poco, todo fue cambiando y el ambiente se fue animando notablemente. Sin embargo, los caballos deben abandonar el Recinto Ferial a las 20.00 horas y dejar que este sea ocupado nada más que por peatones. En este sentido, la jinete Paloma Bermúdez asegura que ampliaría el plazo para poder quedarse más tiempo en el Recinto Ferial con su caballo, ya que «hay muy buen ambiente».

Dar un paseo en un coche de caballos es una de las tradiciones más arraigadas de la ciudad de Málaga. Durante la Feria, el Real del Cortijo de Torres se llena de caballos de particulares y coches de caballos para que cualquier curioso pueda descubrir lo que es dar un paseo por la feria de la manera más auténtica. Antonio López, conductor de uno de esos coches, asegura que no ha empezado nada mal la semana grande. Muchos confían que conforme avance la Feria, la opción más tranquila, familiar y tradicional que ofrece el Real vaya sumando adeptos.