El Ayuntamiento de Málaga licita la rehabilitación de La Invisible para "uso cultural"

La Invisible ha amanecido este jueves con una importante novedad que, sin embargo, sigue creando interrogantes sobre el futuro uso y gestión del polémico edificio de la calle Nosquera 9 y 11.

El Instituto Municipal de la Vivienda (IMV), dependiente del Ayuntamiento de Málaga, ha sacado a concurso público un contrato para la redacción del Proyecto Básico y de Ejecución, Estudio de Seguridad y Dirección de Obras para la rehabilitación del inmueble, de titularidad municipal, okupado por un movimiento cultural ciudadano desde 2007.

En el informe de necesidad, el ayuntamiento alude a un informe del Servicio de Conservación y Arqueología de la Gerencia de Urbanismo, del 13 de julio de 2021, del que citan textualmente que el edificio presenta "deficiencias respecto a la conservación y la seguridad [...]", por lo que consideran "necesario que por la antigüedad del edificio, su estado y el valor arquitectónico y patrimoniales que posee, que no se posponga durante más tiempo la rehabilitación integral de las edificaciones, procediendo a su recuperación definitiva en las debidas condiciones de seguridad y habitabilidad en base a su uso definitivo”.

El objetivo es, según se detalla, es solucionar los problemas de seguridad y habitabilidad, así como "dotarlo de funcionalidad" para destinarlo a "uso cultural". El presupuesto base de la licitación asciende a un total de 223.378,78 euros (Iva incluido). El plazo para la redacción será de dos meses y medio, cómputo que se iniciará al primer día hábil siguiente al de la formalización de este contrato.

Sobre esa finalidad cultural, el consistorio no entra en más detalles ni abunda en lo que a principios de año parecieron ser los primeros mimbres para llegar a un acuerdo entre el ayuntamiento y el colectivo: compartir el espacio con otras asociaciones y proyectos culturales -a petición del consistorio-. De la misma forma, tampoco hay referencias a una posible incubadora de empresas culturales, que iba a ser el destino de este inmueble tras ser adquirido por el consistorio, como ha insistido en varias ocasiones Francisco de la Torre.

Esas negociaciones se limitaron a dos reuniones en dos semanas, emplazados para una tercera que nunca se llegó a producir y dejando atascada una vez más la solución de La Invisible, además, unos meses antes de las elecciones municipales del 28M.

"Tendrá que ser el arquitecto el que diga cómo tiene que ser la rehabilitación del edificio. Nosotros no entramos en las cuestiones judiciales simplemente en la recuperación del edificio para uso cultural. Después quién está, cómo se gestiona, cuántos espacios se van a habilitar... eso será una cuestión de las mesas de negociación con la Casa Invisible. Pero tenemos claro que hace falta un proyecto de rehabilitación para un edificio del siglo XIX", señala el concejal de Vivienda, Francisco Pomares, que invita a la Casa Invisible a presentar su proyecto al concurso pública.

Desalojo

En esos encuentros, La Invisible puso sobre la mesa la necesidad de que la rehabilitación se hiciera por fases -cuentan con un proyecto urbanístico propio- para evitar el desalojo y la parálisis de su actividad. Cabe recordar que el alcalde se mostró abierto a frenar el desalojo en enero aunque no descartó que fuese necesario para acometer la rehabilitación.

Al respecto, los pliegos del contrato apenas arrojan luz aunque incluyen un párrafo en el que señala que el edificio está "ocupado sin título jurídico alguno por diferentes asociaciones y colectivos culturales, habiéndose iniciado procedimiento para la recuperación del inmueble", por lo que se puede interpretar que el Ayuntamiento de Málaga pretende seguir adelante con su petición judicial para el desalojo del edificio.

El pasado mayo, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº4 denegó el enésimo intento de desalojo por parte del consistorio aludiendo a que ya existe un procedimiento judicial en marcha desde 2018, que está visto para sentencia y que deberá resolverse antes de solicitar nuevas autorizaciones para acceder al inmueble.

Una casa del siglo XIX

El edificio en cuestión, ubicado entre las calles Nosquera y Andrés Pérez, data del siglo XIX y cuenta con un nivel de protección arquitectónica Grado II, según el catálogo de edificios protegidos del PEPRI Centro y está calificado como equipamiento en el PGOU.

El edificio original está atribuido a Jerónimo Cuervo; aunque, de acuerdo con el catastro, se construyó en el año 1900.