Crónicas de la ciudad

Mirador accidental a la Colonia de San Eugenio

El derribo de los restos de una casa en la Calzada de la Trinidad deja unas insólitas vistas a esta escondida colonia trinitaria, ultrajada por un cableado indigno

Vista de la Colonia de San Eugenio y su clásico arco desde un solar de la Calzada de la Trinidad.

Vista de la Colonia de San Eugenio y su clásico arco desde un solar de la Calzada de la Trinidad. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Durante al menos 15 años, en la parcela sólo sobrevivía la solitaria pared del fondo, como evidencia de que, alguna vez, en ese terreno de la Calzada de la Trinidad números 7 y 9 se levantaron unas viviendas. 

Completaba la barrera visual un murete que daba a la Calzada y que durante un tiempo fue hermoseado con grandes letras floridas que formaban las palabras ‘Bailén-Miraflores’, recuerdo seguramente de alguna campaña municipal de embellecimiento de solares. 

Pero como la vida avanza y mucho más la vida inmobiliaria, tanto el murete como la pared del fondo han desaparecido ya, quién sabe si ante una próxima promoción de viviendas.

Como resultado y mientras llegan o no esas obras, la barrera visual ha desaparecido y el paseante tiene ante sí un mirador temporal espléndido con vistas a la preciosa e histórica Colonia de San Eugenio, un reducto del urbanismo privado de finales del XIX y primer tercio del XX, con las viviendas construidas según un diseño de Fernando Guerrero Strachan de 1918. 

El nombre de la colonia, por cierto, hace referencia al propietario, Eugenio García Serrano, que ofrecía el solar y los materiales para que los vecinos levantaran sus casas y a cambio le pagaran un alquiler. 

Pero como saben los que contemplan el ultrajado Hospital Noble, un edificio histórico municipal cuya fachada exhibe, desde hace años, una impúdica colección de aires acondicionados, hay pocos edificios antiguos en Málaga con todo el aparataje de cables bajo tierra o al menos, disimulado con canalizaciones o paneles. 

El arco de la Colonia de San Eugenio, hace unos días.

El arco de la Colonia de San Eugenio, la semana pasada. / A.V.

No es el caso del precioso arco de ladrillo visto que preside la Colonia de San Eugenio, que lleva desde la llegada de las compañías eléctricas, vejado y afeado por un cablerío antiestético que se extiende por toda la colonia. 

Confiemos en que algún día nuestro Ayuntamiento o Endesa acometan las obras para mandar al subsuelo todo el despropósito. 

Uno de los paneles de cerámica de esta colonia trinitaria.

Uno de los paneles de cerámica de esta colonia trinitaria. / A.V.

Mientras tanto, la colonia y las pocas casas originales de la época continúan ofreciendo un encanto especial, sobre todo por el despliegue de paneles de cerámica con normas vecinales. Entre ellos, uno incompleto que reza:«(Los veci)nos de esta colonia cuidarán con cariño el interior y fachada de sus viviendas blanqueándolas y aseándolas (...)». 

Y una deliciosa: «La mejor prueba de cultura que puede darse en la Colonia es la buena armonía entre los vecinos, quedando prohibido promover escándalos». 

Algún día de San Eugenio se irán los cables y será un rincón más hermoso y armonioso. 

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