Crónicas de la ciudad

Quitar la ‘basuraleza’ del Jaboneros con la ONG Andalimpia

El pasado sábado, en sólo dos horas, 16 voluntarios de todas las edades lograron limpiar el cauce del arroyo en su parte más transitada, una competencia municipal

Voluntarios de Andalimpia, con todo lo recogido de 9 a 11 del pasado sábado.

Voluntarios de Andalimpia, con todo lo recogido de 9 a 11 del pasado sábado. / Andalimpia

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

En 2017, una sentencia del Tribunal Supremo estimó que en las zonas urbanas la limpieza y conservación de los arroyos correspondía al Ayuntamiento de Málaga y no a la Junta.  

Pese a la sentencia, los casi mil millones anuales de presupuesto de nuestro Consistorio no logran mantener a raya el incivismo que ‘se vuelca’ en nuestros arroyos. Por este motivo, desde hace unos cinco años un grupo de voluntarios, reunidos en la ONG Andalimpia, limpia los arroyos de forma desinteresada así como los entornos naturales degradados de Málaga

El pasado sábado, el autor de estas líneas se sumó a un grupo de 15 personas, desde adolescentes como Guillermo, estudiante de San Estanislao, a jubilados y en sólo dos horas retiraron una cantidad ingente de ‘basuraleza’ en la zona más transitada del cauce del arroyo Jaboneros, entre la desembocadura y el puente de la calle Molino Hundido

Armados con guantes, bolsas de basura y bastones-pinza de pocso euros, lograron más en 120 minutos que el Consistorio en lo que llevamos de año. 

Entre lo retirado, dos colchones -uno de ellos llevaba varios meses semienterrado a la vista de cualquiera desde el puente de la avenida Juan Sebastián Elcano-, un sofá, maderas varias y una montaña de latas y botellas, localizadas en su mayoría en los márgenes del Jaboneros, pues la costumbre de los más alérgicos a la educación es tirarlos al cauce. 

Había entre los voluntarios, una alemana, profesora en Halle, que se había tomado un año sabático y vivía este tiempo en El Palo. Le gustaba Málaga, lamentaba su suciedad y le ponía remedio como vecina. Bravo.  

Antonio, Néstor y Ángeles, tres de los voluntarios más experimentados, participaron en esta jornada. Ángeles, por cierto, llamaba la atención para despejar con cuidado el entorno de quienes dormían bajo los puentes. No hizo falta con Mohamed, que escuchaba la radio junto a sus escasas y ordenadas pertenencias y al lado, un tiesto con una planta recuperada del cauce. 

Algunos de los plásticos enredados entre la vegetación se deshacían como los ‘dientes de león’ al soplarlos y dejaban una estela de microplásticos. 

Muchos paseantes aplaudieron y tomaron fotos. Lo recogido en esas dos horas fue separado para que una parte importante terminara en el reciclaje. 

Comentaba Ángeles que ha intentado, hasta ahora sin resultado, que el alcalde Francisco de la Torre participara un rato en alguna de estas jornadas mañaneras. Si lo hiciera, seguro que mejoraba la limpieza municipal de los arroyos. La experiencia es inolvidable. Ánimo. 

Suscríbete para seguir leyendo