Elecciones en la UMA

El apoyo de Olga Guerrero a Ernesto Pimentel agita el duelo contra Teo López en la segunda vuelta de la UMA

Instantes antes de que Guerrero se decantase públicamente por él, Pimentel había difundido un decálogo en el que se abría a la posibilidad de incorporar a otros candidatos para recortar en la segunda vuelta la ventaja que le sacó López 

Teo López Navarrete y Ernesto Pimentel se disputarán el Rectorado de la UMA en una segunda vuelta

Ernesto Pimentel, tras saber que pasaba a la segunda vuelta.

Ernesto Pimentel, tras saber que pasaba a la segunda vuelta. / L. O.

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

Las alianzas con otros candidatos que ya no están en la carrera electoral están agitando el duelo entre Teo López Navarrete y Ernesto Pimentel en las elecciones de la Universidad de Málaga (UMA), de las que saldrá el sucesor para los próximos seis años del actual rector, José Ángel Narváez. Y, de hecho, Pimentel contará con el apoyo de Olga Guerrero, que quedó tercera pero conectó más incluso que él con los votos de los estudiantes.  

Después de que López lograse un 43% del voto ponderado con triunfos en todos los sectores en primera ronda y Pimentel un 32,5%, el ‘cuerpo a cuerpo’ es más intenso a medida que se acerca la decisiva segunda vuelta de este martes día 12. Muchas miradas están puestas en los movimientos encaminados a captar apoyos en los proyectos de Olga Guerrero y Juan José Hinojosa, que atrajeron casi un 15% y un 9,5% de los respaldos, respectivamente. Y, de hecho, la posibilidad de acercarlos a su candidatura había sido contemplada públicamente por Ernesto Pimentel unos instantes antes de que Guerrero se deca ntase públicamente por él. En cambio, Hinojosa se ha mantenido hasta ahora al magen y ha evitado pronunciarse como lo ha hecho la candidata.

Teo López, durante la noche electoral.

Teo López, durante la noche electoral. / L. O.

Ernesto Pimentel difundió un decálogo en cuyo primer punto señala abiertamente que «el Gobierno de la Universidad debe ser paritario, más reducido en el número de cargos e integrador, incorporando a personas que, aun concurriendo en candidaturas diferentes, aportan con su participación una visión más integradora de la Universidad que queremos».

Eso sí, fuentes consultadas en el equipo de Pimentel, señalaron que esta declaración de intenciones no obedece a «un pacto o acuerdo de Gobierno» que ya haya sido cerrado. En ese sentido, precisaron que se enmarca de una iniciativa dirigida «a captar otras sensibilidades que no tienen la posibilidad de votar ahora a quienes votaron en la primera ronda».El propio Pimentel acogió «con agrado» el apoyo de Guerrero y explicó que ese era el objetivo de su mensaje: «Aunar fuerzas con las personas que lideraron otras candidaturas o que las votaron; en nuestra situación, no podemos despreciar ningún voto para la segunda ronda».

Por su parte, Olga Guerrero afirmó en un comunicado que, tras hablar con los dos candidatos que han pasado a la segunda vuelta, había apostado por el que quedó en segundo lugar: «La candidatura de Ernesto Pimentel es la que más converge con mi propio programa, y siento que, aunque no haya conseguido suficientes apoyos para llevarlo a cabo, confío en que se pueda poner en marcha a través de Ernesto Pimentel», subrayó.  

Las críticas de Teo López

El adversario de Pimentel en la segunda vuelta, Teo López Navarrete, insistió nuevamente en que su pacto es «con la comunidad universitaria y no con otro de los candidatos». Así, deslizó en sus críticas que estos pactos de última hora pueden obedecer a «un reparto de cargos apresurado ajeno a las necesidades de la Universidad». «Llegar a pactos con una única candidatura antes de unas elecciones es lícito, ya se hizo en la UMA hace cuatro años; pero dichos pactos deberían ser transparentes y conocidos por toda la comunidad universitaria, debe saberse en qué ha consistido el acuerdo», recalcó Teo López Navarrete. 

En esta línea, el candidato más votado el pasado 1 de diciembre consideró que no le parece serio «ir cambiando el programa día a día, o proponer para la segunda vuelta medidas improvisadas, que carecen obviamente del análisis y el debate propios de una institución de educación superior».

Es más, esta misma semana, Teo López apuntó sin mencionar los nombres -en otro de los mensajes a la comunidad universitaria que permite la Junta Electoral- a la posibilidad de que Pimentel llegase a un acuerdo con Olga Guerrero. 

López aseguró que no iba a «cambiar cargos por apoyos, ni iniciar una privatización de la universidad como planteaban algunas opciones y mucho menos pactar recortes y despidos futuros a cambios de alianzas y votos». No obstante, señaló que el suyo era «un proyecto abierto a todos los que quieran trabajar por una universidad líder, pero sin imponer su ambición personal por encima de la estabilidad de la institución».  

Reacción de Olga Guerrero

Al revuelo existente en los ambientes universitarios y en las redes sociales se ha sumado un comunicado en el que la candidata que quedó en tercer lugar, Olga Guerrero, llegó a denunciar que ha sido víctima de «ataques y falsas acusaciones» en el seno de la comunidad educativa

«Con el objetivo de desacreditar mi candidatura, primero, y de condicionar mi decisión de cara a la segunda vuelta, después, he recibido ataques y falsas acusaciones tanto personales como profesionales y se ha acosado y criticado a mi familia -lo cual resulta intolerable en el caso de mi hija, estudiante-. Me preocupa además que se haya tratado de silenciar cualquier tipo de debate y diálogo entre la comunidad universitaria en esta segunda vuelta, absolutamente condicionada por el puente festivo de diciembre. Me consta que se ha llegado a echar a alumnos de nuestros centros por hablar con otros alumnos sobre la Universidad que deseamos. La Universidad de Málaga tiene que ser mejor que eso», enfatizó Guerrero.