La calle Pito, la zona del Centro de Málaga donde la Policía pone más multas por orinar

En pleno centro histórico, hay una calle con un nombre, cuanto menos, singular, que obstenta el denigrante honor de ser la zona de la capital donde más acuden malagueños y visitantes a aliviar sus necesidades fisiológicas: la calle Pito.

Así lo demuestran los datos balances mensuales de 2023 sobre las actuaciones de la Policía Local para garantizar la convivencia ciudadana que cada semana publica el Ayuntamiento de Málaga.

Esos datos, consultados por este periódico, arrojan un total de 643 multas por orinar en la calle en cerca de 200 vías de la capital malagueña, donde la estrecha calle Pito, que desemboca en Beatas -una de las zonas más frecuentadas en el casco histórico en relación al ocio nocturno-, se coloca en el primer puesto de este ránking con más de 70 sanciones interpuestas por los agentes locales a lo largo del último año.

Curiosamente, aunque no queda claro el origen del nombre de esta vía, sí existen teorías que especulan sobre ello, como ya explicó el cronista de La Opinión de Málaga, Alfonso Vázquez: «Las teorías más diversas justifican el nombre porque antiguamente era una corta y estrecha calle sin salida, porque era proclive a que los malagueños más bravíos hicieran allí aguas menores e incluso por la presencia de casas de prostitución».

Una tendencia que parece haberse mantenido en el tiempo a tenor del balance de la actuación policial para el ejercicio anterior.

Asimismo, también ocupan las primeras posiciones de los rincones más concurridos de la ciudad para estas prácticas y que, además, están todos en el Centro de Málaga. Son ejemplo de ello la calle Tomás de Cozar, afluente también de Beatas, al igual que Cañuelo de San Bernardo, o la calle San Telmo, en el entorno de los Mártires y la plaza de las Cofradías.

Multas de 300 euros

En Málaga, realizar las necesidades fisiológicas en la calle está expresamente prohibido en la Ordenanza para la Garantía de la Convivencia Ciudadana y la Protección del Espacio Urbano.

En el capítulo de «limpieza del espacio público» hay una sección dedicada a ello, en la que se recoge lo siguente: «Está prohibido hacer necesidades fisiológicas, como defecar, orinar y escupir».

Asimismo, se contempla una sanción de hasta 300 euros en caso de ser sorprendido por la Policía Local e incluso pueden ascender hasta los 1.500 euros «cuando dichas conductas se realicen en espacios de concurrida afluencia de personas o frecuentados por menores o cuando se hagan en mercados de alimentos, monumentos o edificios catalogados o protegidos o en los espacios públicos contiguos a los mismos».