Agricultura

La sequía rebaja a la mitad la superficie de invernaderos cultivados en Málaga

El servicio de Información Agraria y Pesquera de la Junta de Andalucía alerta de que la comarca de la Axarquía atraviesa una «situación crítica», con el 50% de suelo dedicado al invernadero aún sin plantar a raíz de la falta de agua

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La Axarquía se ha mantenido durante medio siglo como auténtica despensa hortofrutícola de la provincia, gracias a la modernización de sus invernaderos.

La Axarquía se ha mantenido durante medio siglo como auténtica despensa hortofrutícola de la provincia, gracias a la modernización de sus invernaderos. / L. O.

Fran Extremera

Fran Extremera

La sequía preocupa y mucho al conjunto de la población malagueña. Cortes de agua y medidas restrictivas afectan ya a más de la mitad de los ciudadanos de la provincia, pero no menos catastrófica es la situación de muchas familias dedicadas al sector primario. En un informe elevado por el servicio de Información Agraria y Pesquera de la Junta, sobre el estado de la agricultura a estas alturas del mes de enero, se tacha de «situación crítica» que el 50% del suelo dedicado al invernadero esté aún sin plantar «por falta de agua, estando el pantano de la Viñuela bajo mínimos».

Los sindicatos agrarios consideran que dicho porcentaje es histórico en pleno invierno, justo cuando más competitividad adquiere esta zona del continente europeo, única por mantener temperaturas casi tropicales durante la mayor parte del año. Están en juego la mitad de los alrededor de 70 millones de euros brutos anuales que en esta parte de la provincia da sustento a más de un millar de familias. Faltaba mano de obra, pero ahora falta también agua, como relatan los propios portavoces agrícolas.

Actualmente existen en la comarca oriental unas 700 hectáreas dedicadas al cultivo bajo plástico. En el informe referido de la Junta, correspondiente a esta tercera semana de enero, se especifica que las fincas plantadas son aquellas «que tenían pozos propios, pero ya están dando algo de sal. En la campaña de otoño todo ha faltado, incluso ha habido falta de tomates y de pimientos. Y están en recolección pimientos Italianos, berenjenas, calabacines o judías verdes», argumenta la Junta en el documento.

En este contexto crítico, los productores de tomates y de otras variedades hortofrutícolas, que hasta en un 93% se concentran en la comarca axárquica dentro de la provincia, ya alertaron en noviembre pasado la dificultad que representa tener que pagar el litro de agua a precios que multiplican por cinco y por seis a los anteriores a la sequía. Y también recuerdan que se ha disparado el precio de fertilizantes, plásticos de uso agrícola o combustibles.

Pero al mismo tiempo que la subida de los gastos ha mermado los rendimientos, a principios del año hidrológico lamentaron una bajada de los precios en origen, después de que durante los tres últimos años hubiesen registrado un comportamiento al alza prácticamente inédito. Cierto es que con la incidencia del coronavirus muchas de las fronteras con países exportadores como Marruecos se mantuvieron cerradas.

Costes laborales

Y a estas circunstancias, como denuncia el sindicato agrario Asaja en la provincia de Málaga, hay que añadirle la nueva subida del 5% en el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), hasta situarse en los 1.134 euros. La subida acumulada se sitúa por encima del 50% en un plazo de apenas cinco años.

«Desde Asaja no nos negamos a que se aumente el SMI, pero reclamamos apoyo para que el sector agrario pueda asumirlo», expresa públicamente este colectivo. Considera además que el impacto es «dramático, si observamos las cuentas de las explotaciones agrarias, a las que hay que sumar el aumento de precio de los inputs de producción y unos precios de venta que no compensan estos incrementos», expresa.

La viabilidad en el campo pasa en este momento por «establecer bonificaciones al empleo para los empresarios agrarios», como reclamaban las organizaciones empresariales (CEOE y Cepyme) en las reuniones celebradas entre el Ministerio de Trabajo y los distintos agentes sociales.

Ya en febrero de 2023, los agricultores agrupados bajo el paraguas de este sindicato advertían de que las subidas del SMI estaban detrás de una caída del empleo en el campo en cerca de 90.000 trabajadores. Este pasado año y sólo durante el tercer trimestre, el número de ocupados en agricultura y ganadería había caído en otras 34.000 personas respecto al año anterior.

Cada vez más lejos del «mar» de plásticos de Almería

La falta de recursos hídricos y la reducción de la rentabilidad complican cada vez más la viabilidad de las explotaciones bajo plástico en la comarca de la Axarquía, que casi acapara la totalidad de los invernaderos de la provincia de Málaga. Así, las 700 hectáreas de este sector en la comarca oriental cada vez son «más pequeñas», en porcentaje, frente al «mar» de plásticos que alberga la provincia de Almería, con unas 30.000 (por 3.000 de Granada).

La propia Junta pone el acento en sus balances en la grave situación que padece La Axarquía, donde la desaladora prometida sigue sin plazos.

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