Cultura malagueña

La jábega, la barca tradicional de Málaga que cambió la pesca por el remo de competición

En Astilleros Nereo mantienen viva la fabricación de esta pequeña embarcación fenicia, siendo la única carpintería de ribera de Andalucía que mantiene vivas las técnicas constructivas tradicionales

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La prueba que une la barca de jábega con Fenicia

Astilleros Nereo, artesanos de categoría nacional

El miembro de la junta directiva del club de remo IES El Palo José Parra trabaja en el proceso constructivo de una barca de jábega en los Astilleros Nereo

El miembro de la junta directiva del club de remo IES El Palo José Parra trabaja en el proceso constructivo de una barca de jábega en los Astilleros Nereo / Daniel Pérez (EFE)

Daniel Pérez (EFE)

La jábega, la embarcación usada tradicionalmente para la pesca de sardinas, boquerones y jureles en el litoral malagueño y casi desaparecida hace unas décadas por su prohibición, se ha reconvertido en la barca usada en las competiciones de remo de los clubes de la provincia.

En el barrio de Pedregalejo, frente al portón principal de Astilleros Nereo, un grupo de turistas aparcan sus bicis de alquiler ajenos a la actividad del interior.

Una persona camina frente a la entrada principal de los Astilleros Nereo del barrio de Pedregalejo

Una persona camina frente a la entrada principal de los Astilleros Nereo del barrio de Pedregalejo / EFE

Dentro, con el aroma a troncos de pino carrasco recién cortados, el presidente del club de remo IES El Palo, José Parra, se afana en perfilar con la sierra unas cuadernas que conformarán el armazón de la jábega que él, junto al otro socio, Ricardo Domínguez, están construyendo desde cero para sumarlas a las otras embarcaciones de su club, que ya suma más de cien remeros.

"Nos faltaba la barca tradicional de Málaga, que es una de las cosas más típicas y más bonitas a la hora de echarnos al mar", apunta Parra.

Junto a ellos, algunos botes de brea aguardan su momento para calafatear la barca junto a la estopa, siguiendo un proceso artesanal que se pierde en la historia y que el propietario de Nereo, Alfonso Sánchez-Guitard, trasmite bajo un programa de formación aportando "todo el conocimiento, práctica y saber" a estos aprendices, según comenta a EFE, consiguiendo así que no se pierda el oficio.

José Parra (d, detrás), miembro de la junta directiva del club de remo IES El Palo, y el remero Ricardo Domínguez (i, detrás) construyen una barca de jábega en los Astilleros Nereo

José Parra (d, detrás), miembro de la junta directiva del club de remo IES El Palo, y el remero Ricardo Domínguez (i, detrás) construyen una barca de jábega en los Astilleros Nereo / EFE

Auge y desuso de la jábega

Siempre de madera y con sus dos ojos característicos dibujados en la proa, esta nave carecía de timón. La manejaba el proel que, junto a los llamados jabegotes, que se encargaban de ir soltando los cabos en la mar y de tirar del copo desde la orilla, conformaban una tripulación que solía rondar las doce personas.

Con la captura aún en la misma arena, el género se solía subastar en ese momento por los propios pescadores, generando una imagen arquetípica de las playas de Málaga que fue inmortalizada en las postales en blanco y negro de la época.

Fue la llegada de los barcos a motor, el turismo incipiente en la Costa del Sol y la posterior prohibición por las autoridades para el uso pesquero en los años ochenta lo que hizo que las jábegas cayesen en desuso, abocándolas casi a su desaparición.

José Parra (detrás), miembro de la junta directiva del club de remo IES El Pal, y el remero Ricardo Domínguez construyen una barca de jábega en los Astilleros Nereo

José Parra (detrás), miembro de la junta directiva del club de remo IES El Palo, y el remero Ricardo Domínguez construyen una barca de jábega en los Astilleros Nereo / EFE

Aunque en la actualidad barcas como La Chora, Torreña, Victoria o Boquerona surcan la costa casi a diario, no fue hasta más de una década después de su prohibición, con la recuperación de la regata del puerto de Málaga en 1996 y la creación de numerosos clubes, cuando esta embarcación resurgió para un uso de competición.

Esto propició la creación de una liga provincial, que este año celebrará su duodécima edición con la participación de una decena de naves.

La XI Liga Provincial de Barcas de Jábega - Copa Pepe Almoguera desembarca en Rincón de la Victoria

Varias embarcaciones, durante la disputa de la Liga Provincial de Barcas de Jábega - Copa Pepe Almoguera / Gregorio Marrero

En paralelo, la fuerte tradición marinera de barriadas como El Palo, La Carihuela o Pedregalejo hizo que los pescadores crearan las hermandades de la Virgen del Carmen, en las que las imágenes son llevadas por el mar a bordo de una jábega y en la que los participantes van vestidos de marengos, reforzando así su uso en unas procesiones que se han convertido en uno de los referentes devocionales entre las hermandades de gloria.

Fabricación artesanal

En ese impulso continuado por seguir poniendo en valor esta embarcación se encuentra Astilleros Nereo. Única carpintería de ribera de Andalucía, mantiene vivas las técnicas constructivas tradicionales en un enclave que está incluido por el Gobierno en el catálogo de los 100 elementos del Patrimonio Industrial en España.

Desde 1966, cuando su familia adquiere el antiguo astillero Juaristi, "su actividad siempre ha estado ligada al mundo etnográfico de la pesca tradicional y la convivencia con los pescadores", aclara Sánchez-Guitard.

Sus instalaciones han visto pasar los sardinales de vela latina, los botes marisqueros o las bucetas, acumulando unos conocimientos que en la actualidad trasmiten acogiendo varias semanas a alumnos de carpintería de Erasmus.

José Parra (i), miembro de la junta directiva del club de remo IES El Palo, y el remero Ricardo Domínguez construyen una barca de jábega en los Astilleros Nereo

José Parra (i), miembro de la junta directiva del club de remo IES El Palo, y el remero Ricardo Domínguez construyen una barca de jábega en los Astilleros Nereo / EFE

El proceso de construcción de la jábega del club de remo comenzó hace meses con la elección de los árboles en el monte, el corte en tablones y la curación de la madera recibiendo la humedad de la mar.

Avanzan ahora a consolidar la estructura con la colocación de la cuaderna maestra, pero como aquí todo requiere su tiempo no se marcan fecha exacta para terminarla, aunque "sería bonito una botadura en la festividad de la Virgen de la Victoria", patrona de la ciudad, comenta Parra.