Ignacio A. Castillo. Málaga

El veterano médico y cofrade malagueño, José Atencia García, recibió ayer de manos del alcalde la medalla de la ciudad y el título de hijo predilecto de Málaga. El solemne acto tuvo lugar en el salón de plenos del Ayuntamiento. Atencia ha sido cofundador de la cofradía de los Estudiantes y presidente de la Agrupación de Cofradías entre 1970 y 1976, logrando una gran modernización de la entidad con la presencia de jóvenes y mujeres. Además, desde 1982 es el hermano mayor de la hermandad de la Virgen de la Victoria. Profesionalmente, Atencia es especialista en Hematología y Análisis Clínicos y fue pionero en Málaga, en 1957, en hacer transfusiones sanguíneas. En su amplio currículum figura haber sido candidato a la alcaldía en las primeras elecciones municipales de la democracia y consejero del desaparecido periódico Sol de España.

-¿De quién parte la iniciativa de pedir esta medalla?

-Esta solicitud ha sido liderada por la Victoria, aunque a ella se han adherido el Obispado, la Agrupación y muchas cofradías, peñas y entidades recreativas. El expediente, tramitado ante la comisión de Cultura del Ayuntamiento, ha corrido a cargo del primer teniente hermano mayor de la Victoria, el abogado Miguel Ángel Orellana.

-¿Imagino que le habrán mandado muchas felicitaciones?

-Muchas. Y muchos amigos que no han podido asistir, ya que el aforo del salón de plenos es muy limitado. Ha sido el propio alcalde quien ha hecho las invitaciones, en función de su protocolo.

-¿Por qué piensa que le han concedido la medalla?

-No sería yo el más indicado para decirlo. Quizás porque tengo muchos amigos, aunque no son legión. Lo peor de todo es que mi agenda telefónica parece más un camposanto. Es muy duro ver cómo muchos se van muriendo.

-¿Se siente mayor con este nombramiento?

-Nací en 1927, así que me siento mayor desde hace muchos años, aunque me resisto a serlo. Por eso continúo viniendo a diario a la clínica, aunque ahora la lleva mi hijo.

-Pero usted jugó un papel fundamental en la Semana Santa de la transición y profesionalmente fue de los primeros en hacer transfusiones en Málaga.

-La verdad es que fueron unos años muy duros. En las cofradías había mucha incertidumbre por saber qué iba a pasar. La Agrupación estaba entonces encerrada en su cascarón y conseguimos abrirla y modernizarla. Y como médico, es cierto que introdujimos la hemoterapia, es decir, los bancos de sangre. Luego, todo eso se ha centralizado en el Centro de Transfusiones Sanguíneas. Muchas personas pudieron operarse gracias a esta sangre

-¿Y le parecen pocos motivos para hacerle hijo predilecto?

-Eso no es importante, ya que no tenía más remedio, porque era mi profesión. Además, yo vine de estudiar Medicina en Cádiz sabiendo que en Málaga no había banco de sangre.

-¿Abrir la Agrupación a la juventud dando 12 medallas de oro de la entidad a viejos cofrades fue una jugada maestra?

-No fue difícil. Ellos se fueron muy contentos.

-¿Repitieron la jugada con usted?

-Yo me retiré cuando decidí entrar en política. Me presenté a la alcaldía como independiente y perdimos brillantemente las elecciones. Y como hermano mayor de la Victoria quise cesar el año pasado, aunque luego no me dejaron.

-¿Cree que los cofrades se verán representados en esta medalla?

-No es que lo crea, sino que quiero que así sea. Este título lo agradezco de todo corazón, pero quiero compartirlo con todos los malagueños cofrades con los que he trabajado y nunca los he visto desfallecer. Tanto en las cofradías de Pasión como en las hermandades de Gloria.