Mientras se siguen ultimando los preparativos para iniciar, previsiblemente el mes que viene, las obras de las líneas de metro que unirán la plaza de toros con Teatinos y el Martín Carpena, se sigue avanzando también en el trayecto que vendrá después, entre el mismo punto de partida y El Palo. El proyecto incluye, entre otras cosas, avanzados sistemas para el control y la auscultación de los edificios cercanos a la traza.

La consultora Typsa y el estudio del arquitecto José Seguí son los encargados de llevar a buen puerto este proyecto para el que, según comentan fuentes cercanas, existe buen espíritu colaborador con los técnicos del Ayuntamiento de Málaga.

Características. La idea inicial que se extrajo de los primeros análisis es que todo el trazado se iba a construir con tuneladora, aspecto que habrá que matizar porque se trata de un método que aporta muchas ventajas, pero también algunos inconvenientes. De hecho, en las dos primeras líneas, el uso de este sistema se ha ido haciendo cada vez más `residual´, por lo que, incluso, se baraja traer una tuneladora ya construida y alquilarla. En principio, el sistema tan sólo podría quedarse para el tramo entre el Parque y la plaza de la Solidaridad.

La línea 3 parte de la plaza de toros y culmina en la barriada paleña (operativamente, claro está, el trazado será más amplio). Tiene 5,5 kilómetros de longitud que serán subterráneos. El final está previsto aproximadamente a la altura de Playa Virginia. Las obras no empezarán, sin embargo, al menos hasta 2009, fecha prevista para la puesta en servicio de las líneas 1 y 2.

Un viajero que tomara el metro en su última parada lo haría en la Carretera de Almería, en su confluencia con el arroyo Gálica. A partir de ahí, recorría el trazado pasando por las estaciones y paradas de Juan Sebastián Elcano, avenida Pintor Sorolla, paseo de Sancha y La Malagueta. La separación media entre ellas será de 900 metros, algo mayor que en las otras dos líneas.

El metro a El Palo prestará un servicio similar al de la línea 11 de la EMT y podría ser utilizado por 14.000 viajeros al día (unos cuatro millones al año), según las consultoras. Los convoyes cubrirán un área de población superior a los 100.000 habitantes.

El proyecto hace verdadero hincapié en las medidas de seguridad durante la excavación. De hecho, se proyectará un completo plan de auscultación que tendrá en cuenta hasta el mínimo detalle para garantizar la estabilidad de los túneles y los edificios.

El metro seguirá, a excepción de un pequeño tramo en los Baños del Carmen, el trazado que marcan las actuales calles y viales. Por eso, apenas será necesario realizar expropiaciones y sí, en cambio, un completo plan de tráfico que las consultoras agregarán al proyecto definitivo.

Uno de los mayores problemas que se podrían producir durante las obras es la intrusión marina, filtraciones de agua de lluvia o escorrentías. En todos los subtramos entre estaciones se construirán pozos de bombeo en la parte baja del túnel. Cada bomba tendrá el doble de capacidad de la necesaria para evitar problemas. La ventilación y las medidas contraincendios tienen un capítulo importante en este proyecto.