Desde el pasado 1 de enero, Eliseu Pereira es un hombre libre. No para marcharse ahora mismo en este mercado invernal, pero sí para poder negociar con total impunidad y con amparo legal su futuro con cualquier otro club. Esta formalidad exigida por la FIFA es sinónimo de colocar al jugador en el mercado, de ponerlo en el escaparate para que cualquier club llame a su puerta.

El primero en asomarse ha sido el Fiorentina italiano, al que le seduce todo lo que rezume aroma español o de la Liga de las estrellas y que según varios medios del país transalpino habría puesto sus miras en el centrocampista luso.

El interés, más allá de que se concrete o no, tampoco debe hacer saltar las alarmas pero sí debe ser un toque de atención al seno del club por la situación contractual en la que se encuentra uno de los jugadores más carismáticos de los últimos años.

Eliseu ya viene negociando su ampliación de contrato desde el pasado verano, momento en el que en los despachos de Martiricos se comenzó la operación renove con Caballero, Portillo, Gámez y Darder, entre otros. Sin embargo, las negociaciones se han enquistado en las últimas fechas y según el agente del jugador luso, el Málaga no alcanza las pretensiones económicas que aspira tener Eliseu por el momento. Así, no parece que será una negociación fácil, pese a que el jugador ha apuntado públicamente que quiere continuar en la disciplina malaguista.

Eliseu, sin embargo, afronta uno de los contratos más importantes de su carrera, ya que con 30 años podría ser su última gran negociación. Es por ello que sus pretensiones económicas sean tan elevadas. Además, otro de las opciones que seducen al jugador y por las que nunca lo ha negado es la de jugar en el Benfica. De hecho, a punto estuvo de concretarse su fichaje hace dos campañas, pero Pellegrini evitó tal efecto. Ahora, con la carta de libertad debajo del brazo podría marcharse en busca de un buen contrato.

Aún así, el interés de la Fiore, que cuenta en sus filas con jugadores nacionales como Borja Valero o el exmalaguista Joaquín, y que se une al del Galatasaray de hace unos días, parece por el momento sólo una advertencia. Y es que Eliseu ya probó el fútbol italiano en una breve etapa de seis meses, tras ser vendido por el Málaga al Lazio. En el mercado invernal se marchó al Zaragoza cedido y al curso siguiente regresó a la Costa del Sol.

Sí debe el Málaga intentar hacer los deberes cuanto antes puesto que el último caso que se encontró el club con un jugador que acababa contrato y no tenía definido su futuro se alargó más de la cuenta y se convirtió en negociación fallida. Es el caso de Demichelis, que finalmente se marchó al Atlético y con el que el club tiene una deuda pendiente.

Por su parte, otro de los nombres que ha sonado en los últimos días, como es el de Kevin de Bruyne, parece contar con la ventaja del Wigan para hacerse con sus servicios. Los contactos con el Chelsea son satisfactorios, aunque se desconoce hasta que punto.