Abróchense los cinturones, apaguen sus dispositivos móviles y pónganse cómodos. Es la hora del despegue malaguista, el momento de abrir brecha y de asentar la tranquilidad necesaria en el ambiente. Hoy el Málaga tiene en Vallecas una magnífica oportunidad para asestar un golpe casi definitivo a uno de sus rivales directos por la permanencia y también de abrir una brecha considerable con los puestos de abajo.

Esto no quiere decir ni mucho menos que el duelo contra los madrileños sea fácil ni asequible, pero en igualdad de condiciones y atendiendo a la posición de unos y otros en la clasificación, el Málaga debe afrontar el choque como una final y con el cartel de ligero favorito.

Esta tarde en Vallecas hay algo más que un partido de fútbol. Para los franjirrojos es un duelo a vida o muerte. Ellos miran al conjunto blanquiazul con cierta envidia, pero también con el cuchillo entre los dientes. Con siete puntos de distancias entre unos y otros y con el average prácticamente perdido para los locales -el Málaga ganó 5-0 en la ida-, la batalla se antoja decisiva para los de Paco Jémez, que no pueden dejar escapar ninguna posibilidad de reacción. Hay conjura para el encuentro en la afición rayista, que lo afrontará como una final. Pero todo ello poco importará cuando eche el balón a rodar.

El Málaga, por su parte, tiene una visión más sosegada del partido. La victoria sobre el Sevilla ha traído al malaguismo cierta tranquilidad. Los tres puntos del derbi han servido para abrir un colchón de cuatro puntos con el descenso. No es un mundo, pero es un punto de partida. Ahora, con el calendario menos exigente, el Málaga pretende hacer acopio de puntos. Y quiere comenzar en Vallecas.

Sin embargo, el objetivo principal que tienen los hombres de Schuster es evitar por todos los medios una derrota, ya que recortaría distancias un rival directo. Por contra, el triunfo dejaría en muy cómoda posición al equipo, aunque con todo por hacer.

No será un partido fácil. La presión local, la estrechez del campo, las bajas malaguistas, el ímpetu de los hombres de Jémez... Será un duelo sin cuartel entre dos conjuntos que necesitan la victoria. Una derrota sería un paso atrás, pero en Martiricos no se contempla este escenario de momento.

Para la cita, Schuster ha tenido movimiento. Son numerosas las bajas que presenta el cuadro blanquiazul para jugar en Vallecas en las que destacan Tissone, Gámez, Weligton y Santa Cruz por lesión, además de Duda por sanción y Eliseu y Pawlowski por decisión técnica.

La gran novedad ante tantas bajas es la presencia de los dos últimos fichajes malaguistas: Ezequiel Rescaldani y Sasha Iakovenko. No parece que vayan a salir de inicio, al igual que El Hamdaoui, ya recuperado. También destaca la vuelta de Casado -ante su exequipo- y Sergi Darder.