Se ha consumido buena parte del mes de enero y todas las miradas se centran en Ignacio Camacho. El mediocentro malaguista fue ayer noticia por su vuelta al trabajo con el resto de sus compañeros, lo que invita a pensar que en un periodo no muy lejano podría estar de vuelta -los dolores de la pubalgia también son inescrutables-. Pero no es el único foco de atención que acapara el maño, ya que los últimos movimientos en el mercado invernal que encara su recta final podrían precipitar acontecimientos no deseados en el malaguismo.

En los últimos días se viene agitando el mercado de mediocentros. El Inter de Milan está cerca de hacerse con los servicios de Mario Suárez del Atlético de Madrid por una cantidad que rondaría los diez millones de euros. Ese fichaje, de producirse, podría tener un efecto dominó. Y es que pese a que los neoazurro habían mostrado interés por Camacho, su elevado precio -el club pide de salida su cláusula de 20 millones, como apuntó Mario Husillos días atrás- habría frenado sus expectativas de ficharlo.

Sin embargo, el Atlético también ha mostrado interés por el centrocampista malaguista, aunque evidentemente no llegaría en ningún caso a las peticiones económicas que tiene el Málaga CF.

Otro de los nombres que ha sonado como cantos de sirena del maño es el Nápoles. Los del sur de Italia ya hicieron una oferta formal el pasado verano por el centrocampista, pero según desveló días atrás el diario Il Mattino el interés de Rafa Benítez no ha decaído y en este mercado invernal también se han dirigido al Málaga para preguntar por el jugador ante la posible salida de Inler en enero.

Aún así, y según palabras del club, la salida de Camacho este invierno es «prácticamente imposible». Y mientras, el jugador aprieta para estar cuanto antes a las órdenes de Javi Gracia. El jugador, que se emplea al máximo en dobles sesiones diarias, completó ayer por la tarde una parte del entrenamiento. Su vuelta parece más cercana.