­Parece que la salida de Sergi Darder del Málaga es solo cuestión de tiempo. Quizás de horas. La ausencia del centrocampista balear en los dos últimos amistosos de la gira sudamericana fueron la pista inequívoca de que el de Artá estaba de cuerpo presente en Sudamérica, pero de alma y espíritu ya fuera del club de Martiricos.

Ausente en el Nuevo Gasómetro de Buenos Aires y en el Centenario de Montevideo, el centrocampista balear puede convertirse hoy mismo en jugador Olympique de Lyon, una vez que la expedición albiceleste regrese del otro lado del Atlántico y Vicente Casado y Mario Husillos terminen de perfilar la operación con el equipo francés.

El mallorquín renovó esta campaña su contrato hasta junio de 2018. Aunque su cláusula se eleva a 40 millones de euros, lo cierto es que el cierre de la operación entre el Málaga y el conjunto de Lyon está en torno a los 10 millones. La forma de pago de ese montante es el principal punto de fricción que Málaga y Olympique tratan de arreglar desde el sábado.

Parece que tras muchos rumores, esta vez es la definitiva. Ni Oporto ni Inter, los otros dos grandes de Europa que quisieron sacarlo de Málaga semanas atrás lo consiguieron. Ahora el agente de Darder, Minguella Júnior, y el Olympique, tienen un acuerdo cerrado. Darder jugará en un histórico del fútbol galo, que esta temporada participará otra vez en la Champions League y que cada temporada parte en el país vecino como principal alternativa al multimillonario proyecto del PSG.

El mallorquín viajó ayer durante todo el día de regreso a Málaga con el resto del equipo albiceleste. A primera hora de la mañana de hoy aterrizará en Málaga. Quizás, a esa hora, ya esté más fuera que dentro del club de Martiricos.