Los jugadores del Málaga tuvieron ayer un leve respiro en la exigente pretemporada que mañana cumplirá una semana con Juande Ramos al mando. Los futbolistas blanquiazules se ejercitaron en una única sesión -el resto de días han sido jornadas de dobles sesiones- en el que el balón adquirió prácticamente todo el protagonismo durante las dos horas que duró el entrenamiento.

Así, los futbolistas respiraron por un día y pudieron olvidarse de las duras jornadas de trabajo físico a las que les venía sometiendo Enrique Ruiz, preparador físico malaguista. Pero sólo será por un día, ya que las carreras, las series de fuerza, resistencia y velocidad volverán a tener protagonismo en la doble sesión programada para hoy.

Además, en el entrenamiento volvió a estar Carlos Kameni, que ya se ejercitó el martes en la sesión vespertina y trabaja a pleno rendimiento para convencer a Juande Ramos de que él debe ser el titular y no Guillermo Ochoa.

En todo caso, Juande vivió ayer su primer contratiempo de la pretemporada en forma de lesión. Adnane Tighadouini causó baja en la sesión por unas molestias en los músculos rotadores de la cadera, por lo que realizó trabajo específico de recuperación de la mano de Hugo Camarero, readaptador físico malaguista.

Un revés para el marroquí de origen holandés, que no cuenta en los planes del nuevo entrenador y es uno de los futbolistas que tiene Arnau en la rampa de salida. Además del extremo magrebí, el club también le busca salida a Cifu, que podría recalar en un club de Segunda, donde tiene mucho cartel; y Fabio Espinho, con el que tampoco cuenta Juande y podría volver al fútbol portugués en las próximas fechas. Y es que, el Málaga necesita aligerar plantilla una vez que la operación entrada está finiquitada a falta de un delantero más.