Si la derrota contra la Real Sociedad fue una mala noticia, la lesión de Sandro Ramírez fue sin duda la peor. El delantero malaguista se retiró del partido cuando corría el minuto 21. El canario, tras una carrera en ataque, se echó las manos a la parte posterior de la pierna derecha y pidió rápidamente el cambio. Los mayores temores se cumplieron pocos minutos después, cuando el propio club confirmó que Sandro sufría una lesión muscular en los isquiotibiales de su pierna derecha y que estaba pendiente de pruebas médicas para aclarar el alcance exacto de la lesión.

Dichas pruebas se llevarán a cabo hoy mismo, pero todo hace indicar que Sandro estará como mínimo unas tres semanas de baja, tras las primeras exploraciones a las que fue sometido.

Sin duda será una baja muy sensible para el Málaga CF, que hasta la fecha se había agarrado a los goles del canario para seguir «vivo» en determinados tramos de partido. De hecho, Sandro había conseguido marcar cuatro de los últimos cinco goles malaguistas. Y es, con diferencia, el «Pichichi» blanquiazul con siete goles en Liga -más el gol de Vigo que fue a raíz de una falta suya- y los dos tantos de Copa contra el Córdoba.

El Málaga ya acusó el lunes la baja del canario, que adoleció de mordiente en ataque y de pegada. Ahora, sin embargo, deberá acostumbrarse unas semanas a convivir sin Sandro y todas las miradas recaen sobre Michael Santos, que ya se está convirtiendo en titularísimo, y en Peñaranda, que debutó el lunes aunque con sensaciones más pobres de lo que él esperaba. Con En-Nesyri en la Copa África y con Charles acelerando para volver, no es descabellado que Romero mire incluso al filial, donde está destacando el escocés Jack Harper tras su llegada.