El país asiático no se caracteriza por ser una potencia del fútbol. O al menos en categorías masculinas, ya que la selección femenina ganó el Mundial en 2011 y quedó subcampeona en la cita de 2015. Aunque de lo que no hay duda es que los nipones son un ejemplo en innovación y crecimiento económico.

La expansión del deporte rey tiene como consecuencia un desarrollo comercial impensable décadas atrás. Fichajes de cientos de millones de euros, giras por todo el mundo, ventas de camisetas, disputa de derechos de emisión televisiva... Y en visión de mercado, los japoneses ya parten con ventaja.

En un país donde predomina el béisbol y en el que las artes marciales siguen gozando de gran influencia, no fue hasta los años 90 cuando el balompié comenzó a hacerse hueco. Por ello, de unos años a esta parte, cada vez han sido más los futbolistas del país del sol naciente que han ido formándose y creciendo hasta desembarcar en el fútbol europeo de primer nivel. La primera incorporación del Málaga CF, Shinji Okazaki, es ejemplo de ello.

Desde que saltase la noticia, la afición blanquiazul espera el momento en el que el delantero que llega del Leicester City se enfunde la elástica del Málaga. El futbolista está en la capital costasoleña desde el miércoles. Su incorporación al plantel de Víctor cuenta con el visto bueno del jeque, pero al cierre de esta edición, el propietario del club todavía no había estampado su firma. De la rúbrica depende el anuncio oficial del fichaje y la posterior presentación.

Víctor Sánchez del Amo tendrá en su plantilla a un delantero experimentado, campeón de la Premier League en la temporada 2015/2016 y que disputó la Champions League la campaña siguiente. Aunque en los últimos meses haya perdido relevancia, Okazaki se caracteriza por ser un futbolista entregado, que se esfuerza en cada partido que disputa y que goza de buena visión de juego. Fue el compañero ideal de Jamie Vardy en la mejor época de la historia del Leicester City.

Pero se anuncie cuando se anuncie, el fichaje de Okazaki a la entidad malacitana va más allá de lo estrictamente deportivo.

Impulso de marketing

El mercado asiático siempre ha resultado exótico en el fútbol español. En la última década, diferentes equipos han optado por la contratación de futbolistas de este continente. Porque independientemente del rendimiento deportivo, el marketing cada vez cobra más peso y el impacto económico de los jugadores asiáticos en Europa va a más.

La primera piedra la puso Nobuyuki Zaizen cuando recaló en el Logroñés en la temporada 96/97. No tuvo mucha suerte y a final de temporada regresó al equipo nipón del que procedía, el Verdy Kawasaki. Le siguió Shoji Jo, que fichó por el Valladolid y, pese a anotar dos tantos en 15 partidos, también volvió a su país tras sufrir una grave lesión de rodilla.

Pero ha sido en esta última década cuando el desembarque de jugadores japoneses ha contando con mayor relevancia mediática y, por ende, económica. Nakamura en el Espanyol, Kiyotake en el Sevilla y, sobre todo, Takashi Inui en Eibar, Betis y Alavés han marcado un punto de inflexión.

Asimismo, además de Okazaki, habrá otro japonés en LaLiga123: el centrocampista Gaku Shibasaki jugará en el Deportivo.

También han sido muy sonados las incorporaciones de Takefusa Kubo e Hiroki Abe por Real Madrid y Barcelona, aunque a priori formarán parte de los filiales de ambos conjuntos.

Paso a paso, los nipones trabajan en un plan estratégico y ambicioso. Su objetivo es ganar el Mundial de fútbol de 2050 y de colocar su campeonato local, la J-League, entre los cinco mejores del mundo.

En cuanto a las inversiones económicas, de sobra es conocida la fuerza del fenómeno fan en Asia y las grandes cantidades que se mueven con el merchandising. De hecho, el FC Barcelona ya tiene sede asiática y afirma que el 40% de sus ingresos comerciales los recibe de este continente.

Con la llegada de Shinji Okazaki al Málaga, no será extraño ver el estadio de La Rosaleda. Incluso la tribuna de prensa podría inundarse de periodistas nipones que realicen el seguimiento de una de sus estrellas del fútbol, como ya sucedió en Eibar con Inui. El poder del fútbol y la globalización acortarán los más de 10.000 kilómetros entre Málaga y Japón.