Es difícil saber si el Málaga CF que este sábado ha perdido su último partido de pretemporada ante el Cádiz CF tendrá algo que ver con el que inicie la temporada dentro de siete días o con el que reciba al Almería dentro de un mes, ya con el mercado de fichajes cerrado y bien cerrado, pero lo cierto es que la imagen del conjunto de Víctor Sánchez del Amo en Carranza no fue ni mucho menos buena, con mucho protagonismo para Munir, aún más del centrocampista Keidi Bare, y una alarmante ausencia de peligro en ataque que ni la entrada de Shinji Okazaki, única incorporación hasta el momento, pudo remediar.

Cuando el hombre que más balón tiene en el Málaga es Keidi Bare, es señal de que las cosas no están funcionando, y así fue durante la primera mitad. El Cádiz salió presionante para agradar a su afición en la puesta de largo en Carranza y, al poco, ya mandaba en el marcador. Caye Quintana, su hombre gol en la pretemporada, batía a Munir tras recibir completamente solo un balón de Isaac Carcelén. Lombán pedía fuera de juego para intentar tapar la mala ejecución del movimiento que habilitó al delantero amarillo, que nada más empezar ya pudo haber anotado si Munir, serio, no saca su remate de espuela. La reacción del Málaga al tanto cadista llegó cinco minutos después, cuando una buena acción de Cristo, Hugo Vallejo y Pacheco acababa con un balón en la frontal chutado por el albanés Keidi Bare que David Gil enviaba a córner.

A estas alturas de partido el Cádiz ya se ajustaba al guion de sus últimas temporadas que le han convertido en un equipo sólido y reconocible. Esperando atrás para salir en velocidad. Desgraciadamente, lo cumplieron a rajatabla. Con Adrián y el canterano Ramón algo dispersos, era Keidi Bare quien más contacto con el balón tenía pero sin traducirlo ni en peligro ni en profundidad. Un disparo desviado de Pacheco, que aprovechó una pérdida de balón del francés Bodiger fue el único y tímido acercamiento malaguista antes de un nuevo arreón del conjunto local. Una falta botada por Álex Fernández que se paseó con peligro por el área de Munir, un mano a mano con los mismos protagonistas que el cancerbero marroquí desvió con las piernas y un disparo a quemarropa, sí, de Álex, que el portero malaguista rechazó como pudo fueron las acciones más destacadas del final de los primeros 45 minutos.

La segunda parte siguió los mismos derroteros. El colegiado del encuentro Figueroa Vázquez quiso robarle algo de protagonismo a Keidi Bare y, tras una trifulca del albanés con medio equipo amarillo que le hizo ganarse de ahí en adelante la pitada de la grada, el árbitro expulsó a Víctor Sánchez por protestar y a José Mari, ingresado en el campo en uno de los múltiples cambios de Álvaro Cervera, por golpear con la bota aunque sin querer la cabeza de Bouhlaroud, también de refresco en las filas malaguistas. El juego no varió hasta entonces con respecto a lo ocurrido en la primera mitad, pero la expulsión del centrocampista amarillo y la entrada de Ontiveros, Okazaki y el mencionado Bouhlaroud subrayaron el dominio blanquiazul cuando aún quedaban algo más de veinte minutos para el final. El marbellí Ontiveros en 'su jugada', esa que hizo temblar tantas veces los palos en la eliminatoria de ascenso ante el Deportivo de la Coruña, volvió a encontrarse con el travesaño; Bouhlaroud con un lanzamiento que se fue a las nubes y el omnipresente Keidi Bare, con un chut de exterior desde 35 metros, con más fe que peligro, fueron los tímidos e infructuosos intentos de un Málaga que concluyó con una nueva derrota una pretemporada que deja más sombras que luces. En el próximo compromiso, dentro de justo una semana en El Sardinero ante el Racing de Santander, ya habrá algo en juego: los tres primeros puntos de la temporada.