Pasada la alegría y el buen sabor que siempre aportan los tres puntos, la nueva semana traía consigo más ajetreo en las oficinas del Málaga. El tiempo se funde y las salidas apalabradas, aunque no concretadas, comienzan a ver la luz. Empezando por Keidi Bare. A falta de confirmación oficial, el mediocentro albanés -que ya tenía cerrado su acuerdo con el Espanyol- se ha comprometido con los «pericos» hasta 2024 y dejará en la caja fuerte cerca de dos millones de euros, más uno en variables, como adelantaba el diario As y pudo confirmar este periódico. Después de semanas sin concretarse, el caso Keidi ha llegado a su fin. El ya exjugador del Málaga pone rumbo al recién descendido Espanyol por una cantidad cercana a dos millones de euros, más uno en variables.

El lunes se ausentó del entrenamiento y ya se ha despedido de sus compañeros, con los que ha compartido las últimas dos temporadas. La venta de Keidi Bare al Espanyol será un salvavidas económico para un Málaga necesitado de ingresos, que sigue moviendo fichas en la casilla de salida para aligerar ese tapón económico y poder inscribir a los que lleguen. No hay que pasar por alto un detalle: el 20% del dinero de esta operación desembocará en las oficinas del Atlético de Madrid, su club de formación.

Las negociaciones se han prolongado durante todo el verano y al final han llegado a buen puerto. Los directivos del Málaga buscaban mayor beneficio en la venta. Al final, todo ha quedado en un 2+1, ese uno condicionado a que se cumplan diferentes variables indicadas en su contrato. Allí el jugador tendrá un salario tres veces mayor.

Aunque la venta del albanés no será un beneficio íntegro para el límite salarial debido a que el jugador tenía ficha del filial y no estaba inscrito en LaLiga. Por ello, estos ingresos no computan para el tope salarial, aunque sí supone un respiro para hacer frente a las consecuencias del ERE.

El Málaga tendrá que indemnizar a varios jugadores que saldrán por esta vía, entre los que están Juanpi, Luis Hernández, Boulahroud, Rolón, Diego González, Pacheco, Renato Santos y Cifu. Algunos de ellos con la marcha más encarrilada, como Cifu al Elche o la opción de Renato de volver a Portugal.

La incorporación de Keidi está avalada por el entrenador del conjunto catalán, Vicente Moreno, y se espera que tenga protagonismo como pivote en el proyecto de los pericos para regresar a Primera. La pega es que, de momento, Keidi presentará ciertas trabas para poder jugar. El Espanyol excede su tope salarial y necesitará vender a varios de sus jugadores de renombre para inscribir al internacional con Albania. En todo caso, una venta necesaria para el Málaga.

En lo estrictamente deportivo para el Málaga CF. El albanés ha sido indiscutible como un perfil de futbolista no demasiado abundante en el fútbol actual. El mediocentro defensivo es una posición que carga mucho trabajo sucio, algo para lo que Keidi estaba preparado. Lo que le condenó fue su vara de medir: demasiadas tarjetas (12 amarillas y 2 rojas en la 2019/20), poco autocontrol. En todo caso, un fijo para Pellicer, que ya plantea nuevos dibujos en cancha para elaborar el mejor centro del campo a su disposición. Lo de Keidi es una baja esperada, pero ahora que no está, suenan nombres que pueden hacer que la afición no se acuerde demasiado del albanés. Uno es Alberto Escassi, que jugó la mayor parte de la temporada pasada en esa posición, como destructor de juego y amenaza a balón parado. Otra opción sería seguir apostando por la intensidad de Benkhemassa, aunque su colocación genere alguna que otra duda entre el malaguismo.

Luego están otros perfiles más creadores y dinámicos como Cristian, que ha demostrado calidad y criterio en sus dos partidos ligueros. Una de las sensaciones para la afición, como también puede serlo Ramón. El héroe de Castalia es de la confianza del técnico y es otra de las variantes de frescura. A la espera se mantiene Luis Muñoz, dispuesto a quedarse en La Rosaleda para ser la franquicia. Su permanencia pondría aún más cimientos de calidad al juego en el centro y a la salida desde atrás. Con Jozabed enganchando, a falta de Juanpi, el último pase y la unión con la delantera completarían la cadena de un más que competitivo medio campo.

Pellicer ha probado con dos y tres en el medio. Primero con Benkhemassa-Cristian y en Castellón con Ramón-Cristian-Benkhemassa. El plan se perfilará definitivamente a día 5 de octubre, final de mercado, con una plantilla con más margen para creer.