Expropietario

¿Dónde está el jeque Al-Thani?

El proceso judicial para apartarle definitivamente del Málaga CF sigue su curso mientras el catarí cada vez está más desconectado del club a través de las redes sociales, el que era su medio favorito para publicar sus salidas de tono

Abdullah bin Nasser Al-Thani fue apartado de la gestión del Málaga CF hace ya 14 meses.

Abdullah bin Nasser Al-Thani fue apartado de la gestión del Málaga CF hace ya 14 meses. / Arciniega

Manuel García

Manuel García

Ni está, ni se le espera. Y puede que no vuelva nunca. Al-Thani, máximo accionista del Málaga CF desde ya casi 11 años, cada vez está más alejado de la realidad del club. Desde que perdiera el control de la entidad de Martiricos hace ya más de un año, sus apariciones relacionadas con todo lo que rodea y ocupa al malaguismo se han visto reducidas a varias reacciones en forma de comunicados como consecuencia de las resoluciones judiciales y a algún que otro tuit. El mandatario catarí se hizo popular por sus continuas salidas de tono contra todo y contra todos en las redes sociales, su forma preferida de hacerse notar, pero es que ya ni eso. En los últimos meses, las publicaciones en sus perfiles oficiales en clave blanquiazul son mínimas, y su marcha definitiva parece cada día más cerca.

La afición malagueña siempre estuvo acostumbrada a los circos que montaba el presidente desterrado. Contra LaLiga, contra la UEFA, contra los árbitros... y en última instancia contra las autoridades judiciales por arrebatarle la gestión del Málaga. Sus ataques eran continuos, sin ningún tipo de conciencia por cómo podían perjudicar la imagen del club, sin embargo, esto ha ido evaporándose a la par que su presencia en todo lo que tiene que ver con el club de La Rosaleda.

En las últimas semanas, sus publicaciones relacionadas con el club se reducen a una felicitación del Ramadán con una imagen con el escudo del Málaga (12 de abril) y a un par de tuits en el octavo aniversario del fatídico arbitraje sufrido en Dortmund. «Todo el mundo sabe lo que pasó contra el Málaga CF. Este es un juego de bandas. Pedimos abrir investigación internacional. Justo y transparente. Pedimos justicia. El respeto #Málagacf. El día negro del fútbol en el mundo. 9-4-2013», escribía en Twitter. Desde entonces, ni una sola alusión al rendimiento deportivo del equipo ni nada relacionado con temas extradeportivos en sus redes.

El jeque está cada vez más desconectado del club, de hecho puede que esté viviendo sus últimos meses como máximo propietario de la entidad. Todo dependerá de lo rápido que se resuelvan los procesos judiciales abiertos para desposeerlo definitivamente del control de la entidad, que ya perdió, al menos de forma momentánea, en febrero del año pasado, cuando desde los juzgados nombraron a José María Muñoz como administrador judicial del Málaga CF. En principio, Muñoz llegaba para seis meses, pero su estancia en el club se ha ido prorrogando desde la Ciudad de la Justicia de la capital costasoleña.

Del cielo al infierno

La Era Al-Thani parece llegar a su fin. Los cataríes pueden estar viviendo sus últimos meses como máximos propietarios del club, o al menos eso es lo que se deduce de las resoluciones judiciales que se van conociendo en los litigios contra la Asociación de Pequeños Accionistas (APA) del club blanquiazul y frente a BlueBay.

Al-Thani se hizo con el poder del Málaga CF hace ya casi 11 años y sus primeras temporadas al frente de la entidad se convirtieron en un sueño que pronto se tornó en pesadilla. Tras su desembarco en Martiricos -compró el club a Fernando Sanz en junio de 2010-, el Málaga consiguió la permanencia en Primera tras una temporada complicada. Los Pellegrini, Demichelis o Julio Baptista llegaron para salvar la temporada y a partir de ahí comenzó la mejor etapa del club a nivel deportivo. Al año siguiente llegaron Isco, Joaquín, Toulalan, Cazorla, Monreal... y el equipo consiguió clasificarse por primera y única vez hasta la fecha para jugar la Liga de Campeones, donde los blanquiazules alcanzaron los cuartos de final y solo un arbitraje lamentable y malintencionado de Craig Thomson y sus asistentes le impidió colarse entre los cuatro mejores de Europa junto a Barcelona, Real Madrid y Bayern Munich. El malaguismo estaba en una nube, por fin su club se codeaba con la élite, y tal era la devoción por Al-Thani que hasta el Ayuntamiento de la ciudad le puso una rotonda junto al Centro Comercial Rosaleda -glorieta que ya ha sido renombrada como ‘De la afición malaguista-, pero de un día para otro el sueño terminó y comenzó una pesadilla que ocho año después parece que empieza a tocar a su fin. Los fichajes sonados se convirtieron en ventas dolorosas, los oscuros líos económicos del jeque empezaban a salir a la luz y llegó la sanción de la UEFA que impidió al Málaga competir en la Europa League, algo que se había ganado en el césped.

A partir de ahí comenzó una caída que llega hasta la actualidad, con el Málaga vagando en la división de plata y con una realidad económica que le impide en estos momentos estar entre los favoritos a regresar a LaLiga Santander.

El conjunto blanquiazul fue resistiendo temporada tras temporada la desastrosa gestión deportiva de los Al-Thani, que fueron debilitando cada vez más una plantilla que en la campaña 2017-2018 firmó su descenso a Segunda. Desde ahí, y después de no conseguir volver a la máxima categoría nacional en el primer intento, el club sigue año a año intentando sobrevivir a nivel económico, solventando paso a paso las «trampas» que dejó Al-Thani y resurgiendo de sus cenizas.

Hace ya 14 meses, el Málaga tocó fondo y Al-Thani fue apartado de la dirección del club. El deseo de la parroquia blanquiazul es que no regrese nunca más. Aquel 20 de febrero de 2020 fue un punto de inflexión imprescindible para la subsistencia del club, que parece que remonta el vuelo poco a poco de la mano de José María Muñoz, administrador judicial; Manolo Gaspar, director deportivo; Sergio Pellicer, entrenador; jugadores y el resto de trabajadores comprometidos que quedan ahí dentro peleando por rescatar a un club de las ruinas.

Los litigios avanzan en los juzgados y pronto se podrán conocer nuevos avances. Mientras tanto, el Málaga, salvo milagro, competirá una temporada más en Segunda, soñando con volver cuanto antes al lugar que nunca debió abandonar.