El Ayuntamiento de Marbella ha resuelto el conflicto generado en torno al uso de la plaza de los Naranjos, donde permitirá instalar mesas y sillas de bares y restaurantes en las zonas este y oeste del espacio público y su entorno, dejando libre para el tránsito de personas la zona central del enchinado, según anunció ayer el portavoz del equipo de gobierno, Javier Porcuna.

Así lo dio a conocer el concejal tras la Junta de Gobierno Local, donde se dio cuenta de la nueva distribución de la plaza después de que el Consistorio haya mantenido varias reuniones con los representantes vecinales, comerciales y del sector de la hostelería desde que en noviembre se renovara el enchinado de la plaza, lo que generó un debate en torno al uso de la misma y al exceso de mesas.

Porcuna destacó que el Ayuntamiento ha tomado la solución más equilibrada teniendo en cuenta las propuestas de cada una de las partes y «se ha decidido dividir la plaza en cuatro porciones», siendo las zonas este y oeste donde se instalarán las mesas «junto a una distribución alrededor de la plaza»,por lo que se reducen los espacios, que desde los años 90 se distribuyen por metros.

El también concejal de Vía Pública señaló que la medida «permite a los ciudadanos disfrutar de un espacio de la plaza que no estaba a su disposición y permite la continuidad de la actividad empresarial». El portavoz municipal añadió que se instalará mobiliario urbano específico en la zona central para diferenciar el espacio público de las áreas en las que se colocarán las mesas y precisó que si la decisión no es la más adecuada, se podría «en un futuro volver a tratar este asunto». Además, se revisarán las autorizaciones, que son «anuales, prorrogables y revisables» porque las antiguas «se van a sustituir por las nuevas».

Plataforma

Por su parte, la plataforma «La plaza es nuestra-Marbella» mostró ayer su disconformidad con la medida, ya el el colectivo defendía dejar libre de mesas el enchinado, por lo que continuará con su recogida de firmas, de las que ayer entregó 1.000 por Registro de Entrada en el Ayuntamiento, según anunció su portavoz, José Antonio Iranzo.

«Dejar mesas en las zonas este y oeste es taponar al acceso de la plaza y ocuparla de forma abusiva como hasta ahora», dijo el presentante vecinal, quien consideró que «ese uso imposibilita y no pone en valor el uso de la plaza de nuestro pueblo», por lo que reclamó al Ayuntamiento un mayor cumplimiento de la ordenanza en ocupar los espacios autorizados.

Para Carola Herrero, miembro del colectivo, «no es de recibo que la plaza del pueblo no la pueda usar la ciudadanía de Marbella», y afirmó que acudirá a la comisión de transparencia si no se aportan los planos de ocupación y la normativa.