David Serrano, el único acusado de la muerte del pequeño Julen en una finca de su propiedad en Totalán (Málaga), ha pedido hoy perdón a los padres "por el daño ocasionado". "Yo en ningún momento quise que al niño le pasara nada", ha añadido al tomar la palabra al final de la sesión en la que el juez ha ratificado el acuerdo alcanzado entre las partes al declararse éste culpable. El magistrado ha dejado además en suspensión la pena de un año de prisión al no considerar al acusado "una persona peligrosa"