Lola Sánchez. Sierra de Yeguas

Después de quince horas en las tolvas de recepción, la aceituna toma consistencia. Es el mínimo de horas estipuladas para conseguir "calidad de excepción" en la posterior extracción del aceite de oliva virgen extra. Todo un laborioso proceso que adquiere matices de producción artesanal en función de la atención que se preste a la recolección y al molturado, dejando en el camino todo aquel fruto que muestre una "dudosa presencia o procedencia".

Siguiendo estos principios a rajatabla la empresa familiar de Sierra de Yeguas Narbona Solís -dedicada a la distribución de vinos y a otros productos de alto gourmet- se ha lanzado a la producción y distribución de una marca de aceite propia tras asociarse con una cooperativa del municipio serrano, Aceites de Sierra de Yeguas, basada en principios de producción definidos como ecológicos.

Bajo la denominación de Cerro Castillo, unas 7.000 botellas de `oro verde´ se distribuirán desde la empresa a los restaurantes más exclusivos de la provincia de Málaga. "La exclusividad marca nuestro proyecto. Se trata de ofrecer calidad y sabor en base a una producción artesanal en la que los criterios cualitativos solapan, a todos luces, a los cuantitativos", resaltó el responsable de la empresa Narbona Solís, Juan Carlos Narbona.

De origen. El "romanticismo y la creencia en la configuración de un proyecto distinto" actúan como trasfondo en todo el proyecto comercializador, donde el propio etiquetado de las botellas se realizará a la antigua usanza. "Todas a mano, tras la recolección y el molturado de los frutos que obtendremos de una finca propia de apenas 30 hectáreas", detalló Narbona.

Para esta campaña que acaba de comenzar la sociedad familiar espera recolectar unos cuatro millones de kilos de aceitunas. Todas ellas irán a parar al corazón de la cooperativa serrana, que cuenta con un molino de producción casera cuyas técnicas se asemejan a los sistemas de extracción utilizados antaño. "La temperatura idónea para obtener un aceite de calidad, menos de 25 grados. Una situación térmica que garantiza la suavidad del aceite que impulsamos", detalló a este periódico uno de los trabajadores de la cooperativa de Sierra de Yeguas.

La rentabilidad comercializadora del proyecto es "una consideración a tener en cuenta a largo plazo", confesó el gerente de Narbona Solís, quien se enorgullece de las características del Cerro Castillo: "El mejor aceite de toda la provincia de Málaga, con un 9,5 de media en todas las catas a las que lo hemos presentado", especificó.

De acidez baja y tono dorado, el Cerro Castillo se cotizará a 10 euros la botella de medio litro. Un sabor de "dioses" al alcance sólo de unos pocos.