El alcalde de Alhaurín de la Torre y diputado nacional del PP, Joaquín Villanova, negó ayer ante el juez del Tribunal Supremo que haya cometido un delito de «malversación en el uso de los tiques para las consumiciones de la caseta de feria municipal en las fiestas de San Juan del año 2005». En este sentido, confía en que no se abra juicio oral contra él, además de explicar que descarta «totalmente» la opción de dimitir.

El diputado popular declaró ayer durante algo más de una hora ante el magistrado del Tribunal Supremo Julián Sánchez Melgar, acusado de conceder irregularmente una caseta de feria en aquellas fiestas en honor a San Juan «a cambio de los tiques para consumiciones en un bar, valorados en 3.600 euros».

El regidor está imputado por presuntos delitos de «prevaricación administrativa y malversación de caudales públicos». Villanova, que goza de aforamiento por su condición de diputado en el Congreso, remarcó que el Ayuntamiento no firmó el contrato de adjudicación y ocupación de la caseta, «sino únicamente contratar el servicio de bar, el catering, que, además, por tratarse de un importe menor, un total de 3.600 euros, puede hacerlo el alcalde».

Después de prestar declaración ante el juez, agregó ante los medios de comunicación congregados: «Contratábamos el bar y como son 3.600 euros, es un contrato menor, es facultad del alcalde, no es imprescindible la fiscalización previa aunque sí hay fiscalización a posteriori».

Y también puntualizó el uso que se le dio a las papeletas entregadas por los adjudicatarios del local: «Todos sabemos que la feria de San Juan son cinco días y cada día hay cuatro o cinco actuaciones y a las niñas del grupo de baile hay que darles una hamburguesa y una Coca Cola y para eso se utilizaban los tiques».

Villanova finalizó con que existen hasta cuatro informes de Intervención que apoyan dicha tesis, elaborados por su propio Consistorio y otros tres de los de Málaga, Benalmádena y Fuengirola. E incluso uno más, de la Diputación.