El único hándicap para los amantes del vuelo libre es la altura que pueden alcanzar en la práctica del ala delta o el parapente. Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) tan sólo permite 1.500 metros del suelo o del mar. El municipio malagueño se encuentra en un Centro de Control de Tráfico Aéreo (GPS), que merma la libertad a los pilotos para alcanzar hasta los 3.000 metros de altura con sus aeronaves. El Ayuntamiento del Valle de Abdalajís solicitó a AENA a principio de este año desbloquear el prohibición de altura permitida durante la celebración de competiciones mundiales que mueven la economía del municipio durante los días en los que se disputan. La última aconteció hace dos anualidades. El Consistorio vallestero aún espera una respuesta de AENA. La indicación de la altura máxima es una de las primeras lecciones para los pilotos más novatos que despegan desde la Sierra del Valle de Abdalajís.