La valla de Ceuta y las ONG

Tras los lamentables sucesos acaecidos el 6 de enero frente al espigón de Ceuta, en que han fallecido al menos 14 inmigrantes, se hace necesaria una investigación rigurosa de cuanto ha acontecido. Según declaración de inmigrantes, tras ser repelidos por la policía marroquí y la Guardia Civil en el puente de Tarajal, se vieron obligados a lanzarse al agua. Algunos declaran haber sido repelidos con pelotas de goma mientras estaban nadando, cuando en ese momento ellos no podían lanzar ningún objeto contra las fuerzas de seguridad.

La Guardia Civil aduce conducta violenta de los subsaharianos, que sólo se dio -según las imágenes disponibles hasta el momento- mientras intentaban el salto a la valla. También mostramos nuestra preocupación por los miembros de la Benemérita víctimas de lanzamientos de piedras y otros objetos; lamentablemente, asumen consecuencias duras en situaciones dramáticas (algunos son arrollados en carretera mientras auxilian a accidentados), como les ocurre a bomberos o cirujanos en momentos críticos.

Es necesario analizar la normativa aplicada, y cuestionar su legitimidad. La responsabilidad es, sin duda, de un sistema sociopolítico que (al margen de quien gobierne) justifica hace siglos la ocupación y robo sistemático de las riquezas de África por parte de Europa. Un genocidio planificado desde fray Bartolomé de las Casas, el Tratado de Berlín… y perpetuado por cada generación, sin que nadie se plantee por qué nosotros sí podemos ir a robar los recursos a África (con golpes de estado encubiertos, gobiernos títeres locales y políticas esclavistas del FMI) y sin embargo no se permite la llegada a nuestra costa de las víctimas que huyen de esta barbarie. Petróleo, gas, oro, uranio… Mali está siendo víctima de una guerra en que EEUU actuó en la sombra, apareció después su cómplice Al Qaeda, y por último Francia como «salvadora», con la excusa de expulsar a los terroristas, mientras millones de malienses deambulan hambrientos por las calles, víctimas de un escenario de guera esperpéntico. No hay peor terrorismo que el desplegado por los países «civilizados» contra la población africana. Se les roba incluso el pescado desde grandes buques sin bandera que luego descargan a barcos «legales» cerca de Canarias, como muestra un documental de RT y denuncia Greenpeace. China, India… siguen comprando tierras para producir biocombustible y dejan sin producción local de alimentos a la población.

Una divertida escena ilustra esta descompensada realidad. Antiguamente en los pueblos, las bestias debían atravesar la casa para llegar a la cuadra tras la jornada en el campo. Las personas hacían sus necesidades también allí. Una tarde, el burro se cagó en el salón mientras atravesaba la casa. Mi abuelo protestó, a lo que mi padre -con 5 años- le replicó: «¡Poz claro! ¡Si nozótro cagámo en su casa, él ze caga en la nuestra!». Europa sigue entrando sin permiso en África a arramblar con todo, pero no se permite la llegada aquí de quienes huyen. El Frontex y las armas empleadas contra los africanos serían impensables si hubiera mañana una huida en avalancha desde Ucrania hacia Europa. ¿Por qué sí se permitiría ésta y no la provocada por Occidente en África?

Julio R. Tapia YagüesPresidente de la asociación Ayuda Urgente a ÁfricaBenalmádena Pueblo