Esto escribió mi poeta de cabecera a propósito de la palabra del título: "Puede parecer una diosa griega / pero no es más que un infinitivo". De difícil pronunciación a veces, añadiría. Yo era bastante afecto al Real Madrid, y rompí para siempre cuando echaron a Del Bosque (2003), uno de los mayores errores en la historia del Club. Es antigua y convencida mi devoción por el salmantino, pero ahora debería comprender que es hora de irse. Ha cometido al menos dos errores, de distinto signo: no renovar a tiempo el esqueleto básico de la selección y haber metido a calzador en ella, en cambio, a Diego Costa, un extraterrestre a su modo de juego. Pero aunque no hubiera sido así, en la cultura del fútbol existe una regla no escrita: guerra perdida, general depuesto. El resultado manda, a la gloria o a casa. A fin de cuentas el fútbol no deja de ser un sucedáneo benévolo de la guerra.