Tras la mágica noche de San Juan, donde los malagueños conmemoraron el triunfo de la luz sobre la oscuridad, y el fuego purificador abrasó, presuntamente, los malos augurios que persiguen a los utópicos -me incluyo-; en este mismo escenario arenáceo, la Organización Marítima Internacional (OMI) celebra hoy la cuarta edición de su campaña global Día de la Gente de Mar, como homenaje a los hombres y mujeres que trabajan por y para el Mar. Este año el eslogan de la fiesta te invita a completar la frase: «la gente de mar me trajo€». Como gran admirador de este romántico colectivo, me uno a esta consideración y concluyo la frase «€ el mensaje en una botella». En esta misiva de color sepia, con olor a marina, y escrita a pluma con tinta de orden teuthida (moluscos cefalópodos), se puede leer el despertar de una ciudad que comienza a desperezarse del sueño agónico de la crisis: «Málaga abandona la recesión y crea por primera vez empleo neto desde 2008». Los Analistas Económicos de Andalucía vinculan esta mejora al crecimiento en el sector turístico y cultural. Me complace que la cultura y la creación se materialicen como motor de desarrollo económico. Esta metrópolis que anhelamos es tierra de creadores. Entre éstos sobresale, en el último año, la figura del pintor Federico Miró Jurado, quien ha obtenido la beca de la Fundación Viana, en su tercera edición, dedicada a potenciar el apoyo a los jóvenes artistas y al intercambio de conocimientos. Federico, pese a su juventud, cuenta ya con diversos galardones y reconocimiento nacional. Este autor ha presentado un proyecto pictórico en los que maneja el juego de los contrarios -natural y artificial- creando una atmósfera codificada con detalles vegetales donde se visualiza un paisaje real y natural. El talento malagueño como instrumento de progreso. Recojan el mensaje.