Transparencia Internacional es una organización no gubernamental con sede en Berlín que, con más de 100 delegaciones repartidas a lo largo del mundo, opera en 70 países. Se fundó en 1993 a instancia de Peter Eigen, exdirector del Banco Mundial para, entre otros fines, promover medidas contra la corrupción política allí donde se encuentra presente, defendiendo a capa y espada su independencia respecto de cualquier partido o ideología.

Su principal logro ha sido colocar el grave problema de la corrupción en el punto de mira vigilante de instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que, al fin, y tras décadas manteniéndola en el segundo plano de sus agendas, empiezan ya a considerarla como uno de los principales obstáculos para el desarrollo de los Estados.

En España, gestionada por la Fundación Ortega y Gasset, comenzó a trabajar en el año 2000, y entre otros informes viene publicando el conocido como ITA o Índice de Ayuntamientos, en el que califica a éstos, a través de una serie de parámetros, situándolos en un ranking que la semana pasada publicó para este año y que colocaba al Consistorio de Marbella en el puesto nº 102 del total de 110 analizados en todo el país.

Destáquese que cuando se publicó la última clasificación de ayuntamientos en 2012, éste ocupaba el puesto 69. Lamentable y preocupantemente, en tan sólo estos dos últimos años, ha experimentado una caída de hasta 33 posiciones (que se dice pronto) cuando transparencia es ni más ni menos que la claridad, concisión, detalle y profusión y riqueza de datos con que se informa de una gestión municipal en su conjunto.

Como es obvio, un ayuntamiento no es más o menos transparente per se. Sino por quien ostenta su gobierno, la forma en que lo desempeña, y la rendición de cuentas al ciudadano que del mismo hace.

Transparencia Internacional también califica a los partidos políticos que, a la postre, son quienes ejercen esa función, tomando como variables la información que públicamente ofrecen de ingresos y gastos; el patrimonio de sus dirigentes y representantes; el presupuesto de sus campañas electorales, etc; y hete aquí, que el Partido Popular en la última evaluación que dicho Organismo hizo de todas las formaciones políticas españolas, suspendió con un 4,5 sobre 10.

Y se preguntarán, ¿Son todos los partidos iguales?. Les respondo: Rotundamente NO.

UPyD fue el ÚNICO que con un 9 sobre 10, obtuvo un sobresaliente en la última clasificación. El único que aprobaba junto a IU, que a gran distancia obtenía un 6, y ERC con un 5,5. Todos los demás evaluados suspendían. TODOS: Con ese 4,5 el PP; con un 3 el PSOE; y Ciudadanos, con otro 3. Insisto, siempre sobre 10.

PNV, Coalición Canaria, Equo, CDC y UDC tampoco pasaban el examen.

Partido

Pero no hablamos sólo de Transparencia Internacional. La Fundación Compromiso y Transparencia también destacaba al partido magenta, con mucha diferencia por encima de todas las demás formaciones con presencia en el Parlamento español, y elegía su web como una de las 10 mejores iniciativas sobre transparencia y buen gobierno (el único partido político al que se ha otorgado esta distinción) a nivel nacional.

En septiembre pasado, a partir de las puntuaciones otorgadas por nada menos que 110 medios de comunicación nacionales y extranjeros que trabajaban en España, se otorgaba a UPyD el Premio a la Transparencia Informativa en la categoría de partidos políticos.

Y por si fuera poco, la Fundación Ciudadana Civio, que se define como «organización sin ánimo de lucro que lucha por lograr una mejor democracia y que trabaja para que exista una transparencia real y un libre acceso a los datos públicos por parte de cualquier ciudadano u organización, y que cree en una sociedad construida por una ciudadanía activa y participativa con una fuerte responsabilidad democrática», volvía a colocar a UPyD a la cabeza de su Informe realizado sobre las agendas de trabajo de los diputados nacionales.

Ser transparente, en definitiva: rendir cuentas a la gente de lo que se hace o se deja de hacer; de con quién se contrata una obra municipal, por cuánto y en qué condiciones; de en qué y cómo se gasta tu dinero, etc, en los tiempos que corren; ya no puede seguir considerándose una deferencia sino un deber ineludible. Y en esa obligación, hoy, se debe perseverar, esforzarse para mejorar, sin que pueda existir excusa alguna para retroceder.

De poca transparencia puedes presumir; mucho menos ofrecer en la institución o Ayuntamiento en que gobiernes, si como partido político no la practicas ya desde dentro.

En UPyD siempre ha estado claro. A diferencia de otros, no pediremos ni «tu confianza» ni «tu fe». Bastará tu «comprobación» de nuestro historial de 7 años como partido. Porque el movimiento, como decía aquél, para gobernar, y gobernar bien, se demuestra andando.

@ManuelHuertas75