El alcalde de Málaga se pasó la mañana de ayer concediendo entrevistas a medios nacionales. Se ve que a las radios y a las televisiones les pone cachondas la figura del principal referente del poder local del PP: Francisco de la Torre. Gobierna la ciudad española más importante que tienen los populares. Ya es curioso el destino: media vida se ha pasado De la Torre tratando de ser el adalid del poder local, de los ayuntamientos, de la descentralización... y lo consigue ahora, cuando menos votos ha obtenido. El alcalde de Málaga no ha salido elegido alcalde. Ha salido elegido referente. Los productores de radio y televisión se levantan un lunes por la mañana y le dicen al subalterno, niño, búscame un referente para la entrevista de hoy. Y ahí está De la Torre.

En algunas de esas interviús, como en la de la Ser, le preguntaron por las palabras de Rajoy tildando de radicales y casi contra natura los pactos de izquierdas o pactos a tres o a cuatro, pero De la Torre no le dio la razón a su jefe y se mantuvo firme, que es lo que hace una roca o un referente. Diciendo que no es para tanto y que esos pactos son igualmente legítimos. Un rato después de oír a De la Torre oímos a Juan Cassá, portavoz municipal de Ciudadanos y sostén del alcalde. Y dijo que los directores de distrito han de ser funcionarios y que los directores generales o mandamases de organismos varios van a tener que ir desalojando o desabultando la billetera. Toda la tarde de ayer se la tiraría el regidor pensando dónde colocar tanto cesante si es que los destituye o va haciéndose el longui dejando pasar las semanas y los meses. De hecho, recibió a los directores de distrito, una figura hasta ahora pensada en parte para que cachorros de Nuevas Generaciones se fogueen o hagan méritos o tengan un sueldo si no han salido electos. Dedicó también parte del día a pensar en cómo repartir las áreas y el poder entre sus concejales. Con todo, el nombramiento primero y más importante que ha hecho (categoría: jugada maestra) es el de él mismo. Lograr que en el acuerdo con Ciudadanos figure que el alcalde ha de ser él durante los cuatro años. Nada de ceder la vara de mando a nadie. Y ha hecho creer que eso es una idea de los de Albert Rivera. Chapó. Más rápido, menos indecisos, estuvieron la mayoría de alcaldes de la provincia repartiendo cometidos ayer ya. José Bernal en Marbella (al que le están preparando fotos con dirigentes de la CEA o empresarios de renombre, etc. para espantar fantasmas y agoreros) ya tiene gobierno. Turismo lo llevará él. Su antecesora sueña con destino en el entorno de Rajoy, que el jueves anuncia cosas. Raro es que él mismo haya creado una expectativa.