Doblados como juncos por la que está cayendo, pero sin partirnos. Oigo el nuevo disco de la malagueña Diana Navarro, Resiliencia, te hace volar su hechizo… Me cuentan afectados que de dos meses a hoy de nuevo se producen impagos en los polígonos industriales, como cuando empezó la crisis, hace ya ocho años. Será un hecho puntual, quizá provocado por la parálisis del Ejecutivo en este vergonzante periodo disfunciones en funciones. Veremos a ver qué pasa…

Más impagos...

Pero pase lo que pase, sigue pasando que está el que no paga lo que adquiere y el que asume el impago; en plata: el que paga y el que no. La indefensión del que trata de seguir adelante sin sumarse a la cadena de impagados es grande. Y si para colmo depende de los bancos para refinanciar su negocio herido por la devolución de los cheques y pagarés va listo. Eso no parece haber cambiado durante estos años que deberían haber sido de aplicación legal al respecto. Pero sólo se hablaba de la necesidad de aprovechar la crisis para reconducir el modelo económico. Lo que tampoco parece haberse producido ya que el Turismo y, en menor medida aún, la construcción, siguen siendo los caminos transitados. Ni lo que aporta el valor añadido de la idea ni el talento per sé parecen estar en la parrilla de salida de los nuevos tiempos de la economía española.

Rossel al 65%

Así que habrá que practicar la resiliencia como lo hicieron los padres pertenecientes a las clases más vulnerables de quienes comparten mi generación, aunque no conocían la palabra. Como lo hacen a diario quienes sufren y sufridos salen adelante. Resilientes como quienes concernidos con su tiempo y sus semejantes se siguen despertando con un nuevo caso de corrupción en las Españas de las futbolísticas esteladas y las chorradas. Y tragan, encajan la mandíbula y caminan para sacar adelante a los suyos. Incluso cuando oyen al responsable de la CEOE pedir cada vez menos para quienes no ganan más, mientras se beneficia de una subida del 65% de su sueldo como consejero en la hasta hace dos telediarios empresa pública Gas Natural, unos 200.000 euros más al año -leo que el jefe de la patronal está vinculado a la eléctrica desde 2009, propuesto por La Caixa y lleva cobrados unos 900.000 euros desde entonces-.

95 días

El dinero es poder. Hace años que estamos permitiendo y consolidando por el procedimiento extractivo unas clases adineradas. Apoyadas en la libertad que da no saber cuánto pagas de hipoteca de por vida, cuanto menos, no se caracterizan por donar equipos de radioterapia a hospitales públicos, como ha hecho el riquísimo Amancio Ortega a través de su fundación. Por eso los resilientes, pisados como briznas de hierba que un día fueron clase media, tragan cuando comprueban que el llamado Mafo, gran supervisor y responsable del Banco de España hasta 2012, el «prestigioso» gobernador de la crisis, ha cobrado 95 días al año en su despido (y por un sueldo de más de 200.000 euros) Cualquier capacitado resiliente se las ve y se las desea hoy para trabajar, incluso sin cobrar casi, y por supuesto para recibir al menos los 20 días por año trabajados, los 20 días en que se ha quedado el despido tras las reformas cuando más falta hacía no tirar gente a la calle sin una bolsa que les permitiera aguantar esta ruina de paro de larga duración y de falsos autónomos sin paro.

Despido sur

Son resilientes que tragan saliva cuando ven cómo Canal Sur despide a Antonio Ramírez (uno de sus directivos de toda la vida, como informaba ayer La Opinión), tras haberse publicado en El Confidencial que se beneficiaba a través de su restaurante en Sevilla de contrataciones de programas y acuerdos publicitarios con el encarcelado presidente de Ausbanc, Luis Pineda (y su delegado en Sevilla, José Marín). Pineda fue protagonista además de uno de los programas punteros de la cadena autonómica. En él aparecía como justiciero adalid frente a los malvados bancos (sobre todo contra los que no le pagaban la presunta mordida).

Veneno irrespirable

Resilientes que se preguntan por qué quiénes tanto tienen siempre quieren tener más y más. Ramírez también tenía un buen sueldo en Canal Sur, casi 80.000 euros. Por no hablar de Marjaliza, el último empresario de la moda más púnica. O del cementerio de neumáticos que no era de nadie, pero sí el humo tóxico que provoca. El humo sí es de los vecinos de Seseña, su veneno respirado, su ahumado pan de cada día, «dánosle hoy», hasta que se apague la inmoralidad de ese incendio, de esa escandalosa incapacidad institucional entre administraciones de distintos partidos durante años. Cómo recuperar la cordura y la vergüenza. Hay que desconfiar de quienes se empeñan en decirnos que esto es lo que hay, que la vida es así, para que nos parezca normal todo y participemos del cinismo inducido y lo convirtamos en cinismo colectivo…

Porque hoy es Sábado...