En este inicio de verano compiten por la taquilla, entre otros, un filme sobre la demolición de la civilización humana (Independence Day-2) y otro sobre la demolición voluntaria del modo de vida de un individuo tras una crisis emocional (Demolición). «Son sólo cosas brillantes» explica el protagonista de este último, mientras destroza a mazazos toda la arquitectura interior y las instalaciones de su casa de ensueño. En el filme, el ejecutivo de Bolsa Davis Mitchel (Jake Gyllenhaal) logra su independencia personal a través de esta y otras demoliciones de la impostura. En Independence Day-2 son los extraterrestres los encargados de levantar de cuajo ciudades enteras. En tiempo de crisis de autoestima del sistema, Hollywood, gestor de nuestra psique global, parece haber tenido un sueño: destruirnos para reconstruirnos. Otro filme en cartel se llama, directamente, Apocalipsis. ¡Ufff!